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El auge de la atención ambulatoria permite a Jove prescindir de dos de cada diez camas

El centro, con 233 puestos funcionales, utiliza solo 188 ante el aumento del uso del Hospital de Día, que creció un 60% en la última década

El auge de la atención ambulatoria permite a Jove prescindir de dos de cada diez camas

Los avances médicos y la nueva tendencia de la sanidad, que intenta evitar al máximo prolongar las estancias hospitalarias y evitar ingresos innecesarios que puedan hacer por vía ambulatoria, está concretándose poco a poco en Jove con una reducción de camas que, según el último balance de actividad, que corresponde al año pasado y que publicó ayer, afecta ahora a dos de cada diez puesto. El centro gijonés tiene 233 camas en el hospital, pero considera "funcionales" solo 188, dejando, así, dos de cada diez puestos inutilizados. Hace diez años, Jove tenía 260 camas y usaba 203. En general, la carga asistencial en Jove está bajando poco a poco. Si se compara este último balance con el del año anterior, el número consultas y de ingresos baja un 5% y, el de intervenciones quirúrgicas, un 10%. Jove, que está en mitad de una reforma para ampliar precisamente su apartado ambulatorio con tres nuevos quirófanos, tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, podría concretar en unos meses la posibilidad de renovar también su área de resonancia. De salir adelante, el proyecto será el más ambicioso del hospital desde su ampliación hace dos años.

Los servicios con más actividad son Medicina Interna, que atiende a 24.00 personas cada año, seguido por Psiquiatría, con 8.400, y por Cirugía General, con 7.400. La falta de urólogos en todo el país, que el año pasado dejó bastante mermado a Jove tras pasar de cinco a dos profesionales en su equipo, se ha hecho notar con una bajada drástica de la atención, que operó en el 2019 a 410 pacientes frente a los más de 800 que solía intervenir años previos. Se potencia, eso sí, el Hospital de Día. Tuvo 1.560 ingresos en 2009 y, el año pasado, 2.587. Ha crecido un 60% en diez años.

El uso de las camas, por su parte, motivó hace ahora más de un año cierta polémica entre comité y gerencia. Los primeros denunciaban que tras las obras de ampliación la reorganización interna había dejado el centro con 233 camas frente a las 261 que tenía antes y que ya en 2017 sólo figuraban como funcionales 195. Ahora son 188, por lo que respecto a la cifra inicial el hospital gijonés funciona actualmente sin un tercio de su espacio original. El cambio es, no obstante, interpretable. Según el mismo balance de actividad, la media de ocupación en Jove fue el año pasado del 71%, por lo que reducir el número de camas funcionales no debería suponer un gran trastorno. Y el comité, que antaño criticaba la falta de personal, lleva semanas conforme con las últimas gestiones de la dirección, que a raíz de la pandemia, dicen, sí ha reforzado a la plantilla en casi todas las plantas.

Por lo demás, Jove está ahora inmerso en un ambicioso plan de reforma que busca instalar tres quirófanos nuevos para cirugías ambulatorias -el tipo de servicio que tiene ahora más demanda- y para renovar su área de endoscopias renovando todos los equipos y trasladando el servicio a la primera planta para disponer de más espacio. Viendo este último balance, la necesidad de la ampliación puede concretarse en cifras. Jove realizó el año pasado 3.500 endoscopias digestivas frente a las 2.604 tramitadas el año anterior.

Junto a la Radioterapia, el personal explica que esta especialidad es una de las que definen "la marca personal" del centro concertado gijonés. Las endoscopias, de hecho, atribuyen a Jove un carácter de referente a nivel nacional, sobre todo, después de que el año pasado varios cirujanos del país visitasen al experto Alejandro Andicoechea para implantar en sus ciudades unidades especializadas. Falta por ver, sin embargo, si el traslado del área a la primera planta, que era de hospitalización, se traduce en un reducción aun mayor de las camas funcionales. Según el personal "la sanidad moderna demanda más atención ambulatoria y menos ingresos, que son más breves. Aumenta la rotación y se necesitan menos puestos".

Actualmente esta estancia media en Jove se queda en 6,4 días. Hace una década era de 7.4. El año pasado las estancias más largas se registraron en Psiquiatría, que ingresa a sus pacientes durante una media de once días y medio. La más ágil es el área de Oftalmología, que actualmente realiza gran parte de su trabajo de forma ambulatoria. Por eso su estancia media no llega ni a las 24 horas. Traumatología y Medicina Interna, por su parte, son los otros dos servicios que superan los seis días de estancia media, una cifra razonable puesto que sus pacientes, muchos de edad avanzada, tardan más en recuperarse.

El servicio de Radioterapia, por su parte, también pasa por un buen momento tras haberse puesto en marcha este verano el nuevo acelerador, que permite ahora tratar mejor y más rápido a pacientes oncológicos. La principal ventaja del nuevo aparato es que puede focalizar con más precisión la zona a tratar, por lo que se evitar dañar las partes sanas del cuerpo del paciente y que su recuperación sea, en general, más fácil de llevar.

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