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Denuncian fallos de seguridad ante riegos biológicos de la EMA y falta de personal

"No podemos tener una taquilla y llevarnos las bacterias fecales a casa", critica el comité, que ha presentado la queja a Inspección de Trabajo

Edificio de la EMA, con el pozo de tormentas del Arbeyal en el reflejo. ÁNGEL GONZÁLEZ

Los sindicatos de la EMA han presentado ante Inspección de Trabajo una denuncia formal para criticar una falta de personal que, según ellos, está obligando a la plantilla "a tener que renunciar a parte de sus descansos". El colectivo asegura también que los vestuarios, demasiado pequeños y sin separación entre zonas limpias y contaminadas, exponen a todos los empleados -en contacto frecuente con aguas fecales- a contagio que vulneran los protocolos de seguridad frente a riegos biológicos.

Los afectados aseguran que, tras un "reajuste temporal" pactado el pasado mes de julio, la falta de personal que ya se registró por entonces se iba a subsanar, según les aclaró la dirección, en las semanas siguientes. "No se hizo y estamos en septiembre quitando descansos a los trabajadores e incumpliendo de forma clara el calendario laboral anual", completan. Esta falta de empleados, añaden, "se traduce en la merma de un servicio clave en la ciudad como es el saneamiento", que ha sufrido una "notable pérdida de calidad" en las últimas semanas.

En la misma denuncia presentada ante Trabajo, además, el comité de empresa vuelve a sacar a colación una pelea vieja del colectivo: la separación de circuitos. Este garante de seguridad, tan debatida ahora por la pandemia de coronavirus, resulta también clave en trabajos como el de la EMA, que envía a los trabajadores de las depuradoras de la ciudad a trabajar en espacio en el que entrar irremediablemente en contacto con aguas fecales, un caldo de cultiva para multitud de bacterias.

Siempre según la versión del comité, las oficinas de la EMA deben garantizar que los espacios contaminados y limpios se sitúen en áreas separadas. "Tendríamos que poder entrar en un sitio con las ropas sucias, entrar a la ducha, y salir a un espacio limpio para cambiarnos. Pero en la EMA lo que tenemos es una taquilla doble, así que según llegamos, con las manos aún contaminadas, tenemos que coger la ropa limpia", resume Rubén Braga, representante del comité desde la sección de UGT y consejero de la empresa por el mismo sindicato. "Lo llevamos avisando desde hace tiempo; eso no se puede hacer así. La ropa limpia se contamina y nos la llevamos a casa. Por eso se ven a empleados con dolor de tripa o con diarreas. Y es que además podemos pasárselo a nuestras familias", añade. Esta falta de espacio en los vestuarios, además, será aún más grave si sale adelante la idea de crear una cuota para permitir la entrada de mujeres a la plantilla. "No tendrían un vestuario propio", aclara el sindicalista.

El último punto de la queja recoge los retrasos en la entrega de ropa de trabajo y equipos de protección. "Nos lo tendrían que entregar en abril o mayo y nunca lo hacen. De urgencia, como mucho, te pueden dar guantes. Pasa sobre todo en los empleados con tallas especiales", asegura Braga.

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