La mayoría de los paseantes que ayer por la tarde dieron una vuelta por el paseo del Muro se vieron sorprendidos al llegar a la zona del Piles ante la gran cantidad de espuma que salía de la desembocadura del río y que se metía en la bahía de San Lorenzo. Con la bajamar, quedaba manchada de un tono blanco amarronado toda la arena de la playa. Toda esa espuma, denunciada en multitud de ocasiones por distintos colectivos ecologistas y vecinos, salía en gran cantidad del Piles, donde desde hace meses se están acometiendo obras. La explicación del servicio de Medio Ambiente del Ayuntamiento está en las mareas vivas, que en los últimos días se están produciendo en la costa gijonesa. Estas pleamares alcanzan superar el anillo navegable y en la bajamar el agua regresa con la suciedad. Esta situación se prolongará hasta el 23 de septiembre.