La caída de viajeros durante el estado de alarma y el tímido repunte en la desescalada, sumado a un aumento de gastos por la limpieza y protocolos de seguridad, han dejado a la Empresa Municipal de Transporte Urbano en el alambre. Su gerente, Juan José Piniella Aranda, asegura que el Ayuntamiento está al quite, pero ve con preocupación el rechazo del Congreso al acuerdo del Gobierno con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), que hubiese supuesto el ingreso de tres millones de euros después de la petición realizada por el gobierno local al Fondo Nacional de Apoyo al Transporte Público. La ayuda urge.
-¿Cómo evoluciona el número de viajeros?
-A partir de marzo tuvimos que tomar medidas drásticas en cuanto al confinamiento, lo que nos llevó a reducir los servicios de una manera importante, llegando a perder el 90% de nuestra demanda. Ahora estamos poco a poco retomando el pulso. Estamos en torno a los 40.000 viajeros al día, es un 65% respecto a lo que sería un día normal en el año 2019. Y eso después de haber pasado un mes de agosto que para Emtusa siempre ha sido un mes estrella en el movimiento de viajeros. Pero claro, la comparativa con el año anterior no se puede hacer por las circunstancias.
- ¿Son cifras alarmantes o asumibles?
-No sé si la palabra es alarmante, pero sí son cifras esperadas. Tenemos claro que la recuperación será muy lenta. Viene también condicionada porque el grueso de los estudiantes empezará el día 28. Eso nos dará una idea de cómo será la recuperación. Hay varios condicionantes como el retardo en la llegada de estudiantes, el que no irán todos ni todos los días a clase, el teletrabajo y además la crisis económica que tenemos encima por esta pandemia.
-¿Los autobuses son un lugar seguro?
-Somos unas víctimas más de la pandemia. Alguien, de forma completamente desafortunada, dejó entrever los hipotéticos peligros de un transporte colectivo, pero a día de hoy no hay ni un solo estudio a nivel mundial que indique que un foco de infección se haya producido a través de un transporte urbano. No ha habido ningún contagio.
- ¿No hay riesgo?
-Las fuentes principales de contagio, como todo el mundo sabe, son las microgotas que producimos al hablar y esto no puede estar presente en el autobús porque la mascarilla es obligatoria. Y luego los aerosoles, esas gotillas que quedan en el ambiente, pues en nuestro caso tampoco porque es un medio suficientemente ventilado, que además cada 300 metros para y abre completamente las puertas. Además, los niveles de ocupación no tienen nada que ver con los que pudimos conocer en el pasado. Insisto, y quiero ponerlo en negrita y con mayúsculas, el transporte en autobús es un medio seguro, que la gente utilice el servicio sin miedo. Todos los días se desinfectan todos los autobuses.
-¿Hay límite de pasajeros?
-No. Ahora se permite el 100% de ocupación de los autobuses, pero no estamos llegando a eso registros. Tenemos líneas reforzadas para evitar que la gente no tenga ni sensación de lleno ni de agobio. A partir del día 28 retomaremos la práctica totalidad del transporte como lo conocimos, mejorando las frecuencias en aquellas líneas que ahora no la tienen, y reforzando los tramos horarios para evitar la sensación de ir muy apretados.
-¿Qué van a hacer si las ayudas del Fondo Nacional de Apoyo al Transporte Público?
-En las negociaciones del FEMP con el Gobierno había una partida destinada al transporte público necesaria para paliar esta merma de ingresos, fruto del menor número de viajeros y el incremento que supone la limpieza diaria de los autobuses, geles... Ahora estamos a la espera de que desde el Gobierno se pongan las medidas oportunas para que finalmente el dinero llegue a las empresas
-¿Es urgente?
-La ayuda es obligada y necesaria. Aquí tenemos el apoyo del Ayuntamiento, que está para respaldar todas las decisiones que se fueran tomando. Fue el Ayuntamiento que por seguridad de pasajeros y conductores se instaló la gratuidad del 14 de marzo al 14 de mayo. A eso hay que asumir el descenso de ingresos y el aumento de gastos. Es muy necesaria esa ayuda, y llegará seguro.
-Tienen ahora un proceso de selección abierto.
-Tuvimos la fortuna (bromea) de convocar un proceso selectivo que el 16 de marzo debió iniciarse, fue el proceso de selección más largo de la historia. El pasado sábado hicimos las primeras pruebas del proceso con una asistencia de 450 de las que deberán salir 60 para pasar a formar parte de la plantilla de Emtusa.
-¿Qué le pareció el cartel de "proteje" que tanto debate suscitó?
-Son cosas que no deberían pasar. Se supone que todos tenemos un nivel profesional y que estamos a la altura de lo que se espera de nosotros. Eso no debería haber llegado a la calle. Intentaremos que nunca vuelva a pasar. No es una anécdota agradable para quien tiene la responsabilidad de dirigir Emtusa.
-¿Cómo se plantea el futuro, tienen plan b por si perdura el teletrabajo o se imponen más restricciones de movimiento?
-El problema es que el futuro es muy incierto. Llevo 27 años de autobusero y es la primera vez en mi carrera que me voy a enfrentar a unos presupuestos con tal cantidad de lagunas y dudas. Lo único se espera es tener la cintura suficiente para adaptarnos a la situación que nos pueda venir.
-Transformación de movilidad. ¿Está afectando?
-Hasta el momento en nada. Desde Emtusa somos insistentes en defender un servicio que en el año 2019 se usó 19 millones de veces por los ciudadanos de Gijón. Cuestiones con las preferencias de paso y con favorecer el transporte urbano están en la cabeza de los responsables de Emtusa y del Ayuntamiento.
