El Ayuntamiento se compromete a solucionar los fallos registrados en los comedores escolares que, tras la vuelta a las aulas, han dejado fuera a varios niños que sí estaban apuntados en el servicio pero no figuraban en los registros oficiales, obligando a sus familias a ir a buscarles sin previo aviso. Esta mañana, el edil Alberto Ferrao asegura que "solo seis niños" tienen actualmente problemas con el servicio y que el resto de errores ya se han subsanado, pero que seguirán trabajando en ello para atajar el problema "de inmediato".

Tal y como publica hoy este diario, los padres de los niños que hacen uso del comedor escolar han empezado el curso en medio del desconcierto y de la desorganización de un servicio que el primer día de clase dejó a decenas de alumnos sin comer, obligó a varias familias a acudir a los centros para recoger a los pequeños, forzó a otros a empezar a almorzar a las tres y media y hasta "cambió" de centro a más de uno, desatando una oleada de quejas.

La lista de quejas del arranque del servicio es amplia y variada, como explica María González, del AMPA del colegio Príncipe de Asturias, que habla en representación de todas las asociaciones de familias de Gijón. "La falta de previsión ha sido enorme, llevamos desde marzo con esta situación y la empresa concesionaria del servicio, Serunión, no ha sido capaz de organizarse sabiendo lo que se nos venía encima", dijo, indignada.