La reforma de la cúpula de la iglesia de la Laboral volverá a salir a licitación con un presupuesto más ambicioso y nuevos informes previos que garanticen su viabilidad. Así lo aseguró ayer la consejera de Cultura, Berta Piñán, que reconoció que la cuantía de 125.234 euros ofrecida por el Principado en la primera convocatoria fue "uno de los motivos" de que ninguna empresa optase a la obra, que se preveía que pudiese llevarse a cabo este pasado verano. "Ahora estamos llevando a cabo informes previos para que de ninguna manera pueda pasar otra vez; queremos una ejecución fiable y con garantías", zanjó.

El plan del Principado era reparar e impermeabilizar en verano la cubierta de la iglesia, que lleva desde febrero cerrada al público, para atajar las humedades que llevan años dañando los arcos de la cúpula. Pero la licitación de las obras, publicada en junio, quedó desierta. En las últimas semanas, expertos en estructuras y antiguos alumnos del centro propusieron varias soluciones, como cubrir el tejado con una lona plastificada para evitar más daños en la inminente temporada de lluvias o volver a licitar la misma obra con un presupuesto mayor, que es la opción por la que parece optar ahora el Principado. Esos "informes previos" a los que Piñán hace referencia -y que ya adelanta que obligará "casi seguro" a subir el presupuesto-, sin embargo, se quedan lejos de la propuesta expuesta en este diaro por Vicente Díez Faixat, hijo del fallecido José Díez Canteli, uno de los arquitectos del complejo. Él aboga por un estudio "riguroso" de los deterioros de la infraestructura porque, a su juicio, precisa de una reforma mucho más ambiciosa de lo que prevé de momento la Administración.