La vuelta a las aulas en Gijón ya ha dejado el primer susto. Alrededor de una treintena de alumnos del colegio público Evaristo Valle han sido puestos en cuarentena desde ayer tras confirmarse el positivo de una monitora del servicio del comedor. El centro, con unos 280 alumnos, solo ha tenido que apartar a este grupo reducir por ser el único que tuvo contacto con el turno en el que trabajó la empleada el día 22. Se empezó a encontrar mal el día siguiente y ya no volvió a trabajar, reduciendo así el riesgo de más contactos estrechos. El protocolo, transmitido por Salud, envía a estos 30 niños a sus casas a la espera de su evolución.

Luis Gómez, director regional de Serunión, explica que la monitora afectada se incorporó al trabajo el martes y tuvo síntomas el miércoles, por lo que ese mismo día ya no fue a trabajar. Por precaución se mantuvo en aislamiento hasta que ayer le confirmaron el positivo por pcr. Otras tres monitoras del centro están en aislamiento a la espera de conocer los resultados de sus pruebas, que se han hecho "para más seguridad, puesto que al llevar mascarilla no se las considera contacto estrecho". En principio el comedor funcionará el lunes con normalidad para el resto de los alumnos, salvo para el grupo de convivencia estable que ha sido puesto en cuarentena.