Darse un paseo por la exposición de la huerta familiar en Agropec es lo más parecido a visitar un peculiar jardín de las delicias tomado por hortalizas y frutas, una explosión de colores y formas que viene a reflejar el duro trabajo de meses de los productores de buena parte de la región. Ellos son los únicos que compiten este año en la feria gijonesa, mermada por el coronavirus. Aún así están "contentos de que algo se pudo hacer", señalaba ayer José Fernández, mientras deambulaba entre los vistosos puestos de la exposición.

La vecina de Candanal (Villaviciosa) María Dolores Álvarez puede presumir de haber conseguido el primer premio al mejor lote de hortalizas con una nutrida selección de lombardas, repollos, corazones de buey, pimientos de los tipos habanero, escorpión y chocolat, piparras, kakis, pepinos baby, berenjenas japonesas y un sinfín de productos lustrosos que le han valido a la productora, además, el galardón especial al mejor lote global del certamen. El langreano Corsino Menéndez no se quedó atrás con su lote de frutas caseras, con el que se alzó con el mejor lote de fruta; y el saregano Paco Foncueva se llevó el premio de nuevo en el certamen, y ya es un veterano: para él fue el reconocimiento especial al mejor lote de manzanas.

Un largo reguero de premios complementarios completan el palmarés de este año, con distinciones para las mejores castañas (Sixto Nosti), patatas (Rubén Cuesta), pimientos rojos y uvas (Oliva García), ciruelas (José Antonio Rubiera), brócoli y repollo (Adriano Forcelledo), berzas y acelgas (Juan Carlos Palomino) o cereales, como maíz, avena, centeno, trigo, escanda y cebada, en el lote del productor Christian Martínez.

Todos los premiados recibirán sus galardones hoy en un acto a las seis de la tarde, como reconocimiento a su entrega a la tierra y los productos autóctonos en una edición de la feria que se ha quedado deslucida por la falta de los tradicionales concursos de ganado. "Es una pena, pero es lo que hay. Por lo menos, no perdemos la costumbre de venir aunque haya menos que ver", indicaba María Suárez antes de visitar algunos animales, como un gran gochu asturcelta o varios caballos y un carruaje, y de poder adquirir desde bollos preñaos hasta miel casera, embutidos y hasta pasteles portugueses.

La celebración de Agropec se ha centrado este año en potenciar y dar visibilidad a las razas autóctonas, con tres días en los que el público debe seguir estrictas normas de seguridad e higiene.