El histórico edificio del Monte Piedad es la principal opción que baraja el Principado como futura sede del centro de mayores del distrito centro. Ubicados durante más de una década en el centro comercial San Agustín, sus más de 20.000 socios han rechazado ya otra de las ubicaciones propuestas, un edificio público de la calle Premio Real, porque a su juicio parte del inmueble no está adaptado para personas con movilidad reducida y "tiene pocas ventanas". El colectivo, reunido esta última semana, volverá a hacerlo a inicios de mes para aclarar cuál es su postura. En principio, la idea del Monte Piedad "podría funcionar", dicen.

La pelea de este centro de mayores comenzó hace meses, en febrero, cuando se anunció que para finales de abril tendrían que abandonar su sede en San Agustín por considerar la Consejería de Bienestar Social que el alquiler del establecimiento era demasiado elevado. Los socios se mostraron en desacuerdo con la medida, pues si bien el Principado les prometía buscarles un lugar alternativo, no parecía que ese otro espacio fuese a estar disponible antes del desalojo. Luego llegó la pandemia, se prohibió tajantemente la apertura de centros de día y sociales, y el proyecto se fue aplazando. "Los 28 que necesitan estar en residencia sí se han trasladado a La Calzada, pero los más de 20.000 socios restantes seguimos sin ninguna solución. Siempre dijimos que lo lógico hubiese sido mantener el alquiler en el San Agustín hasta que se nos pudiese dar otra sede ya reformada y lista", razona Norina Álvarez, secretaria de la junta directiva.

Por su parte, la consejera Melania Álvarez explica que su equipo "no va asumir el alquiler anual de un local por valor de más de 400.000 euros cuando por ese importe podría adecuar otro espacio para utilizarlo de manera permanente". Añade que "por este motivo se han valorado otras opciones para ubicar el centro social de personas mayores Gijón centro", entre los que confirma que se encuentra en el citado edificio de Monte Piedad de la calle Instituto. "Ante el rechazo de la asociación del espacio previsto en la calle Premio Real, estamos identificando otras posibles ubicaciones", aclara.

Por si acaso, Álvarez ya tiene previsto "darse una vuelta" por este edificio para ver su estado. "No nos parece mala opción, porque para nosotros es muy importante que el centro siga en la zona centro, que es donde vivimos. Lo que nos preocupa es que la reforma se vaya a alargar y que nosotros, mientras, ya nos hayamos quedado sin nuestro sitio en el San Agustín", lamenta la secretaria.

Encontrar "cuanto antes" una ubicación para este grupo de mayores, añade Álvarez, va más allá de poder tener un lugar en el que practicar sus cursos y talleres. "Eso también es importante, porque al San Agustín venían diariamente unas 600 personas, pero es que la vida normal de muchos socios dependían del centro por la cafetería, a la que iban a lo mejor más de 60 personas que no se las pueden apañar por su cuenta", critica. "Si no tienes dinero para la calefacción, por ejemplo, y estos casos existen, allí te tomabas un buen menú a un precio decente y podías echar la tarde. A leer el periódico y a jugar pasaban por el centro más de 200 personas a diario", asegura.