El informe de evaluación sobre cómo se debe medir la calidad del aire en la ciudad, a cargo del Instituto Carlos III, recomienda finalmente emplazar una estación de medición en el barrio de El Lauredal, como ya había adelanto el Ayuntamiento. El estudio, encargado por el Principado, es el primero de su clase que se realiza en España.

El informe sugiere ubicar esta estación, con carácter fijo, en El Lauredal. También que la misma esté dotada con equipos aptos para captar partículas PM10 y PM2.5 -ambas de muy pequeño tamaño, como el polvo y la ceniza y, por tanto, respirables-, así como el dióxido de azufre y de nitrógeno, el monóxido de carbono, el ozono y el benceno. También recomienda que se instale una torre meteorológica "permita la caracterización de los vientos predominantes respecto a las fuentes industriales", para prever cuándo las emisiones de fábricas corren más riesgo de llegar al entorno urbano. Propone, además, "que se valore la reubicación de las estaciones de Argentina y Montevil, y cuestiona la situada en Hermanos Felgueroso".

Considera que esta última no aporta datos útiles por su mala ubicación, y parece dar la razón a los ecologistas, que también defienden que los otros dos medidores, por su cercanía a edificios, pueden no recibir correctamente el nivel real de contaminación en el aire. Según la viceconsejera de Medio Ambiente, Nieves Roqueñí, el del Carlos III es un estudio "imprescindible" para tomar decisiones.