La mujer acusada de acosar sexualmente a un monitor de fitness del gimnasio al que acudía en Gijón admitió ayer los hechos y aceptó una condena de tres meses de prisión con suspensión de pena y dos años de alejamiento, de 200 metros, del técnico deportivo que sufrió el hostigamiento.

Según el relato de hechos que hacía el Ministerio Fiscal, desde el mes de noviembre del año 2018 la acusada era socia de un centro deportivo de Gijón, donde trabajaba un monitor de "fitness" del que se encaprichó. La acusada le propuso, de manera reiterada, entablar relaciones sentimentales y sexuales, a lo que él se negó. A pesar de ello, ella insistía, le perseguía por las instalaciones del centro deportivo y le trasladaba sus pretensiones a otros trabajadores del centro. Ayer, visiblemente nerviosa, reconoció los hechos ante el juez.

El gimnasio llegó a darle de baja como socia, pero "a pesar de ello, merodeaba por los alrededores del establecimiento intentando contactar con el monitor, que debía de ocultarse para que no lo abordara". La acusada trató de contactar con el hombre por internet, sin lograrlo.