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El diseño final del Muro de Gijón queda en manos desde hoy de un equipo con 17 miembros

El grupo que tomará la decisión definitiva sobre el paseo estará formado por políticos, expertos y entidades

El diseño final del Muro de Gijón queda en manos desde hoy de un equipo con 17 miembros

Lo prometido es deuda y el equipo de gobierno que lidera Ana González ha convocado esta tarde a los integrantes del Consejo Social de la ciudad en la Colegiata de San Juan Bautista para cumplir su compromiso de hacer partícipe a toda la sociedad gijonesa del debate sobre el futuro del emblemático paseo del Muro: la gran fachada marítima de Gijón. Un debate que busca ir más allá del provisional y criticado proceso de peatonalización ejecutado ya como medida para garantizar espacios de seguridad para los viandantes en los tiempos de la crisis del coronavirus. El orden del día de la sesión de hoy tiene un único punto: la creación de una comisión de trabajo que estudie y realice una propuesta para la reforma definitiva del paseo del Muro de San Lorenzo. No se trata de decidir a corto plazo si se da marcha atrás o no a lo ya hecho. Se trata de pensar en la imagen del Muro que se quiere para las próximas décadas y ponerse manos a la obra en su diseño.

La idea que la Alcaldesa planteará a los miembros del Consejo Social supone crear una mesa de trabajo específica sobre el asunto compuesta por 17 personas. En esta mesa estarían representados los siete grupos políticos con presencia municipal y dos entidades que no forman parte del Consejo, pero cuya voz se considera obligado escuchar: el Colegio Oficial de Arquitectos y el Foro de la Movilidad. El resto de los puestos del grupo de trabajo estarían ocupados por representantes de las organizaciones sociales, vecinales y empresariales presentes en el Consejo Social, dejando en manos de las entidades de cada ámbito la elección de sus integrantes en la comisión de trabajo.

La idea es ampliar al máximo el debate y la participación social y, para ello, se ha considerado que el espacio idóneo es el Consejo Social donde tienen cabida entidades de todo tipo. En sus manos quedaría la decisión final. Este organismo está integrado en su actual composición por 40 personas en representación de 31 organizaciones e instituciones. Ahora mismo están sin nombrar los ocho representantes correspondientes al Gobierno del Principado, los consejos sectorial de adicciones, escolar municipal y de mujeres y Liberbank. Sí están nombrados los 32 representantes que se corresponden con los grupos políticos municipales, las federaciones vecinales de las zonas urbana y rural, los sindicatos UGT y Comisiones Obreras, la Universidad de Oviedo, el Conseyu de Mocedá, el consejo sectorial de Medio Ambiente, la Unión de Consumidores, la Cámara de Comercio, la Autoridad Portuaria, los clubes asturianos de Innovación y Calidad, la Cooperativa de Agricultores, Otea, la Unión de Comerciantes, Asata, Femetal, Asprocon y la Federación asturiana de empresarios (FADE).

Precisamente representantes de parte de esos colectivos empresariales, en concreto de la Cámara, la Unión de Comerciantes, Otea y Asprocon, mantuvieron recientemente una reunión para debatir sobre el diseño del Muro. No se llegó a ningún planteamiento conjunto a la espera de escuchar la propuesta municipal de esta tarde.

También en espera están los grupos municipales. Los representantes del centro-derecha se han mostrado muy críticos con la actuación actual en el Muro. Alberto López-Asenjo, portavoz municipal del PP, era ayer el último en reiterar su rechazo a la semipeatonalización impulsada por el gobierno del PSOE e IU y que considera un derroche económico sin apoyo social. La creación de la plataforma Stop Muro ejemplifica el rechazo de una parte de los gijoneses al proyecto elaborado.

La exigencia de una mayor participación vecinal en la fase previa a la toma de decisiones es, además, reivindicación compartido por todo el espectro político. "Las decisiones hay que tomarlas en base a datos y escuchar a la gente", defendía ayer mismo la portavoz de Podemos, Laura Tuero.

En el marco de esa toma de decisiones se reivindicaba en las últimas horas desde el PP y Ciudadanas que se tuviera en cuenta al Foro de la Movilidad. De hecho, el portavoz de la formación naranja, José Carlos Fernández Sarasola, llevará al próximo Pleno una enmienda de su grupo a la Ordenanza de Movilidad, que pretende regular el Foro de la Movilidad como órgano de participación, consulta y asesoramiento. Enmienda que no salió adelante en la comisión de Movilidad. También defendió el trabajo del Foro de Movilidad la edil popular Ángeles Fernández-Ahúja para quien el actual equipo de gobierno falla en su modelo de participación "porque no se trata de reunirse para informar cuando la decisión ya está tomada sino para reunirse para escuchar antes de decidir".

Aumentar la participación social en los grandes temas de ciudad está en el origen del Consejo Social de Gijón, que se puso en marcha en 2005 como "órgano de consulta y asesoramiento" con el compromiso de gozar de "de plena autonomía e independencia en el ejercicio de sus funciones". En el artículo 21 de su reglamento de funcionamiento se abre la opción a crear comisiones de trabajo con la composición "que se estime oportuna" y, como apoyo a esas comisiones, la presidencia del Consejo, que corresponde a la Alcaldía, puede designar un grupo de trabajo "constituido por especialistas en la materia, que aporten el soporte técnico y administrativo necesario".

La singularidad del paseo del Muro y su protagonismo en el imaginario gijonés hace que se haya optado por esta fórmula de trabajo. Nada que ver con el sistema elegido para la reforma de la otra gran fachada marítima urbana, la de Poniente, cuyo diseño dependen de un concurso de ideas entre profesionales y un proceso de elección que incluye la suma del voto popular.

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