La Asociación de Antiguos Alumnos de la Universidad Laboral presentó ayer el tercer y último de los tomos en los que ha compilado las revistas "La Torre", las publicaciones semanales o quincenales que durante años se editaron en la Universidad Laboral, entre el 31 de enero de 1960 y el 28 de septiembre de 1978. Se trata de una reedición fiel de esas publicaciones. De este tercer tomo se han editado 200 ejemplares, financiados por la asociación con un coste de 12.500 euros.

"Desde la asociación le concedemos un valor extraordinario a esta publicación, a toda ella, porque refleja la vida real que se desarrollaba en la Universidad Laboral. Yo siempre digo cuanto tengo ocasión que no hace falta que venga nadie a indagar, para investigar la historia de lo que aquí sucedía, en el sentido de cómo se desarrollaban todos los planes técnicos, pedagógicos, culturales, etcétera", explica Jesús Merino, presidente de la asociación.

En esos tres volúmenes se recoge la historia de la Universidad Laboral de ese tiempo, no la posterior, ya que "los nuevos rectores no consideraron oportuno seguir editando esa revista, con lo cual, acabó ahí", añade.

La revista "La Torre" estaba escrita tanto por alumnos como por los profesores jesuitas del centro. Para los alumnos era una de las múltiples actividades extraescolares a las que podían optar. "Los que tenían una cierta vocación periodística, normalmente dedicados al deporte, pero también en artículos de opinión, ahí tenían la oportunidad de desarrollar esa faceta que ellos sentían como propia y que no era la única, porque había otras actividades, como era teatro, música, zarzuela, deporte o pintura", explica el presidente de los antiguos alumnos.

Merino destaca el complemento cultural que los jesuitas se esforzaban por ofrecer a unos alumnos que se preparaban profesionalmente: "El propósito esencial era la formación tecnológica acompañada de una gran formación humana, social, no política, no religiosa. O por lo menos no más que la podría tener cualquier colegio o escuela de formación profesional o bachillerato de toda España", resalta el presidente de los antiguos alumnos.

Lejos de cualquier sesgo ideológico, "el propósito era formar buenos técnicos, porque España lo necesitaba en aquel tiempo, por el desarrollo industrial que estaba iniciando, pero además técnicos con una gran formación humana y social, para que de alguna manera fueran líderes; mandos intermedios, mandos de taller en las empresas o en el sector de servicios", agrega.

El presidente de los antiguos alumnos de la Laboral también quiso mandar un mensaje al gobierno regional, después de que hayan quedado desiertos los concursos para rehabilitar la cúpula de la iglesia de la Laboral, por la escasa cuantía de la licitación. "Está claro que el tiempo juega siempre en nuestra contra; cuanto más tiempo pase, mayor será el deterioro que sufra la cúpula, por lo tanto el riesgo de que la cúpula se cayera es cada vez más real", reclamando que vuelva a licitarse la obra con una mayor dotación económica.