Con nocturnidad para no llamar la atención. Así es como se vierte basura en los vertederos ilegales de Tremañes. Un problema que los vecinos arrastran desde hace años y que después del confinamiento se ha multiplicado. Según los residentes, las escombreras son de dos tipos: para basura orgánica y para restos de obras. Los últimos son los más habituales. Para atajar el problema, la asociación de la parroquia reclama aumentar la capacidad de los puntos limpios de la ciudad, videovigilancia y recuperar las patrullas de barrio. "El problema lo llevamos arrastrando desde hace años, pero ha ido a más por el confinamiento", apunta el vicepresidente del colectivo vecinal, Fermín Entrialgo.
Los residentes encuentran varias explicaciones para la expansión de los vertederos ilegales en el barrio. Hay cuatro puntos calientes. Son el camino de La Picota, el de La Picota-La Lloreda, el entorno del polígono de La Lloreda y el Camino de La Boroñada, muy cerca del antiguo campo de fútbol. Al ser zonas apartadas donde hay poca población, los residentes entienden que se hace más sencillo acudir de noche a dejar la basura, sin temor a ser sorpredidos. Los vecinos creen que el problema ha ido a más en las últimas semanas porque las obras piratas en el barrio han aumentado. Al ser reformas no autorizadas, no cuentan con contenedores de escombros.
"Nos encontramos en una situación insalubre", lamenta Entrialgo. El vicepresidente señala que en Tremañes no solo prolifera la basura inorgánica. También en esas mismas zonas hay quien aprovecha para dejar bolsas de basura con restos de comida. Una acción que pilla a contrapié en la asociación de vecinos de Tremañes. Sobre todo, porque en la avenida de Los Campones hay un punto limpio. Los vecinos reclaman más limpieza, porque en algunos lugares, la basura está cubierta ya por la maleza.
Para poner coto al problema, que trae aparejado la presencia de ratas especialmente en esos cuatro puntos, Entrialgo propone en primer lugar aumentar la capacidad de los puntos limpios de la ciudad. También instalar un sistema de videovigilancia para disuadir a los que acuden a Tremañes por las noches para librarse de su basura. Y, por último, recuperar las patrullas de barrio. "Daban sensación de seguridad y estaban más en el día a día de los vecinos", zanja el vicepresidente de la asociación de vecinos de Tremañes, ante el constante aumento de los vertederos ilegales.
