Cartas de una baraja española desparramadas por el césped húmedo, cubiertos llenos de barro y amasijos de tela y plástico. Eso es todo lo que quedaba ayer por la mañana del campamento en el parque Hermanos Castro de "ReVelión en la Granja" -así se denominan-, un colectivo contrario a la vacunación masiva y forzosa y del uso obligatorio de la mascarilla. El grupo, apostado al pie de las obras del pozo de tormentas, denuncia que su campamento fue atacado sobre las 22.00 horas de la noche del sábado al domingo, cuando ninguno de los participantes en la protesta se encontraba en ese lugar. Debido a los destrozos, los acampados valoran adquirir una caravana para seguir con sus reclamaciones.

Ayer, sobre las 11.30 horas, Marco Antonio Martínez, uno de los portavoces del colectivo, y otra compañera acudieron al parque Hermanos Castro para recoger los restos de la acampada. Según apunta Martínez, los problemas empezaron hace cosa de cuatro días. "Son un grupo de chavales menores de edad de la zona. Ya tuvimos problemas porque hace unos días nos lanzaron una piedra", relata. "Les advertí que tuvieran cuidado, porque había una niña pequeña", añade. "Parecía que la cosa ya se había calmado, pero no. Arrasaron con todo", lamenta Martínez, que se enteró de lo sucedido porque fue avisado por la Policía Local. La previsión es que hoy tramiten la correspondiente denuncia ante la Policía Nacional.