Iván Rodil fue reelegido el pasado 24 de septiembre secretario general de FICA-UGT en Gijón con un respaldo del 85,29% de los delegados del congreso. Un respaldo que "da confianza para acometer el trabajo que tenemos que hacer en los próximos cuatro años". Considera que desde la administración "deben de escucharnos a los sindicatos, que somos los que tenemos una visión directa y real de las empresas".
- ¿Cómo afronta el nuevo mandato?
-Nos planteamos el acercamiento a nuestros afiliados y a los trabajadores en general; hacer un trabajo de campo importante y prestar un servicio directo en cada centro de trabajo. Además seguiremos alzando la voz en todos los foros donde se nos quiera escuchar para defender el futuro del tejido industrial, de la construcción, donde ya había problemas que ha agravado la pandemia.
- ¿Cómo valora las medidas contra la pandemia?
-Hay que valorar de manera positiva algunas de las medidas de protección a los trabajadores que se lanzaron desde el gobierno, pero indudablemente la amenaza continúa para empresas que se están viendo muy afectadas, que venían ya de una situación débil desde la anterior crisis económica. Creemos que aunque ahora estemos en una segunda ola, esperemos que sea controlada y que podamos sostener la actividad. Y si es transitorio, no podemos considerarlo una crisis al uso, como la que precedió. Ahora la economía estaba en una fase de recuperación hasta que la pandemia la ha paralizado, pero no hay una situación tan grave como la que había tras la crisis anterior. Yo creo que hay herramientas económicas para poder impulsar la recuperación rápida y ágil, si se hacen las cosas bien.
- ¿Por ejemplo?
-Tenemos ejemplos en los países que nos rodean, de cómo están inyectando ayudas a la industria, que es tractora de la economía. En nuestra región y en nuestra comarca, indudablemente es el sector tractor de la economía.
- ¿Considera que precisa ayudas?
-Sí, pero con medidas que la hagan sostenible y que redunden en una pronta recuperación de lo que se invierta, con generación de empleo y de riqueza. Medidas fiscales o de otro tipo como los ERTE. Pero sobre todo, lo que ahora urge, es acometer todas las medidas pendientes desde antes del covid-19, como la reducción de la tarifa eléctrica o los aranceles contra la competencia desleal con Europa.
- ¿Es optimista respecto a la recuperación?
-Quiero serlo. Pero lo que a veces genera impotencia es la lentitud en la toma de decisiones por parte de la administración, tanto a nivel local, regional, nacional y, sobre todo, europeo. Esa lentitud en la toma de decisiones es algo que debilita nuestra situación respecto a competidores de otros países europeos.
