Peatonalizar, pero manteniendo unos "mínimos de movilidad" de tráfico rodado. Esta es la apuesta para el Muro del Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias -entidad al frente del grupo de trabajo para abordar la reforma de la fachada marítima gijonesa-, verbalizada ayer por su vicedecano, José Ramón Puerto, durante un acto público. El arquitecto entiende que ese espacio ha de ganarse de forma mayoritaria para el peatón, pero advierte de que se ha de mantener cierto tránsito de coches para que, por ejemplo, puedan pasar por la avenida de Rufo García Rendueles los vehículos de emergencia, como las ambulancias o los camiones de Bomberos. No obstante, entiende que para tomar estas medidas, antes es necesario crear aparcamientos disuasorios y rutas alternativas para evitar que los vehículos circulen por la fachada marítima.
"Hasta hace muy poco, el vehículo mandaba en la ciudad, pero eso ha ido cambiando en las últimas décadas, por lo que es posible que cada vez coja más presencia el peatón", explicó Puerto, que añade: "Debemos plantear qué ciudad queremos, si la del automóvil o la del peatón". Esa decisión de calado tendrá que estar alineada con las políticas europeas y nacionales de reducción de los gases contaminantes producidos por los vehículos, que cada vez más tenderán a desaparecer de los núcleos urbanos. "Ser capaz de conciliar ambos será lo que permita acertar y dar una solución que permita agradar a la mayoría", apostilló el vicedecano del Colegio de Arquitectos.
No obstante, Puerto dejó claro que, aunque es un espacio que preferiblemente ha de ganarse para el peatón en detrimento del vehículo privado, "tenemos que mantener unos mínimos de movilidad para el vehículo rodado, para que pueda llegar un coche de bomberos o una ambulancia". Sin embargo, incidió en que estas circunstancias no deberían ser la norma, sino la excepción. "De ahí a que sea un acceso desde la autopista, con una continuidad, hay un trecho", clarificó el arquitecto.
Con todo, Puerto entiende que una decisión de calado como la de peatonalizar el paseo del Muro de San Lorenzo debe llevar aparejada otras que la hagan posible y efectiva, como la construcción de aparcamientos disuasorios para evitar que los conductores entren con su coche a ese espacio. "Tienen que existir sitios donde esos coches puedan estacionar o desviarse para que ese tramo, que ya es el centro de la ciudad, sea más de disfrute de las personas", explicitó.
Respecto a la labor del Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias en el diseño de este nuevo Muro de San Lorenzo, Puerto aseguró que "intentaremos dar lo mejor de nosotros mismos, aportando una visión colectiva" ya que entiende que, más allá de comandar el grupo de trabajo, "tenemos cosas muy interesantes para aportar, con visiones transversales que pueden aportar una solución final interesante o al menos las bases para que los equipos que trabajen sobre ella puedan encauzar esa solución".
Al margen de arquitectos y políticos, la comisión del Muro da cabida a entidades sociales de Gijón de todos los ámbitos. Entidades que están estos días eligiendo a sus representantes. La Federación de Asociaciones de Vecinos (FAV) concretó ayer que será su presidente, Manuel Cañete, y por Comisiones Obreras estará Pedro Roldán, trabajador de Emtusa, ya que el sindicato entiende que el transporte público no puede estar ajeno a este debate. Tanto Cañete como Roldán son miembros activos del Foro de la Movilidad.
