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Las parroquias urbanas se organizarán en comunidades de dos a cuatro templos

Las unidades pastorales podrán centralizar servicios como la catequesis y funcionarán a partir del próximo año si hay consenso sacerdotal

La iglesia de San Pedro. LUISMA MURIAS

El Arzobispado prepara una gran reforma de la organización de las parroquias urbanas de Gijón, que pasarán a formar comunidades de dos a cuatro templos, lo que se conoce como unidades pastorales. Se conformarán en los próximos meses y las primeras, si hay consenso sacerdotal, empezarán a funcionar a partir del próximo año. El objetivo será racionalizar recursos humanos y materiales, así como la posibilidad de centralizar en un solo templo algunos servicios, como las catequesis.

La pastoral es el término eclesiástico para definir los servicios que presta una parroquia . Las futuras unidades buscan unificar esos servicios en una red para optimizar el funcionamiento. No supondrán el cierre de templos sino que los curas trabajarán de forma conjunta como si fueran una única comunidad. Cada unidad puede estar formada por un mínimo de dos parroquias y por un máximo de cuatro. La unión se hará en base a criterios de proximidad, similares a los que ya se siguen en la zona rural, pero también atendiendo a otros sociológicos, como la edad de los fieles y la idiosincrasia de la zona.

El trabajo de las unidades pastorales será variado. Tendrán competencias sobre las catequesis, que podrá centralizarse en un solo templo. También organizarán las celebraciones del Corpus, con la posibilidad de que rote la fiesta cada año por cada una de las parroquias que forme la unidad, salvo que la tradición así lo desaconseje. Será posible organizar jornadas de oración conjunta, peregrinaciones a Covadonga y encuentros entre los padres de la unidad pastoral para potenciar lazos familiares. En el caso de que haya un hospital, tanatorio o residencia de mayores en la pastoral, podrán crear grupos laicos que participen en esos proyectos. Cada templo podrá, no obstante, seguir celebrando sus misas dominicales de forma independiente.

Cada unidad estará regida por un consejo. Este órgano lo formarán los párrocos de los templos. Uno de ellos será el moderador de la unidad. Habrá un miembro de la vida consagrada de cada comunidad; un laico por cada una de las parroquias que forman la unidad y un representante de cada área pastoral. Las unidades serán coordinadas por el Arciprestazgo de Gijón, que en términos prácticos, se considerará una unidad pastoral en sí misma, organizada en cuatro comisiones. Cada una de estas comisiones estará presidida por cuatro sacerdotes, que dependerán del Arcipreste.

Estas ideas serán entregadas hoy a los sacerdotes gijoneses por escrito, aunque cuentan con ellas desde marzo. El proyecto data de antes del inicio de la pandemia y ya en el pasado se intentó poner en marcha, aunque sin éxito. A lo largo de los próximos meses, los sacerdotes deberán debatir la mejor forma para componer las unidades pastorales. Los borradores que compongan serán transmitidos primero al Arciprestazgo y posteriormente al Arzobispado, que podrá hacer variaciones. Si hay consenso, las primeras unidades nacerán a finales de este años y empecerán a entrar en funcionamiento para el venidero.

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