La conversión del edificio de Vicasa en el futuro albergue de peregrinos de Gijón supondrá un coste de 1,4 millones y dos años y medio de trabajo, según las primeras estimaciones del gobierno municipal que publicitó ante el Pleno el edil de Turismo, Santos Tejón. El albergue solo ocupará una parte del edificio construido como espacio de oficinas y viviendas del personal directivo de Gijón Fabril a principios del siglo XX. El resto del inmueble, que hasta ahora era un centro de formación gestionado por los sindicatos, será utilizado por la Agencia Local de Empleo para actividades de formación

Cambiar de actividad supone también encarar el arreglo de un popular edificio de La Calzada, ubicado en la calle Las Industrias, al lado del gran complejo comercial y de ocio del barrio. Un inmueble con un nivel de protección integral dentro de las fichas reservadas al patrimonio industrial del Catálogo de Gijón.

Los trabajos preliminares para la reforma del edificio ya están en marcha. El Ayuntamiento acaba de licitar un plan de obras que afecta a la instalación eléctrica de baja tensión, las instalaciones térmicas, la instalación de protección contra incendios y el sistema anti-intrusión. El presupuesto de gasto autorizado es de 233.177 euros, impuestos incluidos, divididos en tres partidas. Algo más de 70.000 euros para la parte eléctrica, otros 21.000 para el equipamiento contra incendios y alrededor de 138.000 euros para la instalación térmica.

Los trabajos definidos por la firma ProyectAstur Ingeniería incluyen entre otras acciones: una reforma integral de la instalación eléctrica desde la caja general de protección hasta los puntos de consumo, nueva iluminación, la colocación de proyectores de tecnología led, el cambio de la actual caldera de calefacción de gasoil por una de gas, la incorporación de un sistema de renovación del aire, cambios en la señalítica de los recorridos de evacuación en caso de incendio, dotación de extintores en zonas de riesgo especial y un circuito cerrado de televisión para cuestiones de seguridad.

El contrato incluye un informe del arquitecto Roberto Terán para garantizar que los trabajos no afectan elementos protegidos. Terán incorpora a sus conclusiones la petición "como gran avance para la estética del edificio" de retirar el cartel situado en la parte superior del acceso al patio central donde se anuncia como Centro Sindical de Formación. "Ese cartel desvirtúa el conjunto arquitectónico en la parte más bella y representativa del edificio", sentencia Terán.