El regreso de Cabueñes como "hospital sucio", que es como se denominan a los centros con ingresos de positivos por coronavirus, ha levantado críticas entre la plantilla de técnicos en cuidados auxiliares de enfermería por la decisión de los supervisores de dejar a solo un empleado en el turno de noche en la planta de sospechas, una planta que desde su apertura a inicios de mes roza siempre el lleno, con un máximo de 14 pacientes.

Según el personal, "lo normal" es que esta planta, la séptima de ala par, deje a al menos dos auxiliares a cargo del cuidado nocturno de estos pacientes "para poder cambiarse los equipos o atender alguna caída" sin dejar "desatendidos" al resto de enfermos. Los afectados también recuerdan que así era como se había equipado la planta en la primera ola. "No hay excusas. En la bolsa de empleo hay auxiliares suficientes para contratar. Los trabajadores están agotados", reprochan.