A pesar de que el último adiós a Florentino Gordillo fue multitudinario, los más de mil amigos que quisieron rendir un último adiós al hostelero se afanaron por cumplir las medidas de seguridad para evitar contagios de covid. Todos acudieron con la mascarilla correspondiente y buscaron ocupar los huecos que quedaban libres para mantener la distancia de seguridad.