Es un recurso "fundamental" para el respiro de las familias y la progresión de los propios usuarios, pero el covid-19 se ha llevado por delante de un plumazo el Centro de Atención Integral de Cabueñes, que presta servicio a una 80 personas con diversidad funcional de entre 18 y 65 años. El centro, tal y como denuncia el comité de empresa, permanece cerrado desde el pasado mes de marzo, cuando se desató la crisis sanitaria, porque "la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar no contrata personal de limpieza".

El cierre se extiende también al CAI Arco Iris de Oviedo, con otros 70 usuarios en situación de discapacidad y dependencia, alerta Antonio Iglesias, presidente del comité, quien denuncia que estas dependencias son "recursos especializados de atención y formación para estas personas, cuyo objetivo principal es favorecer la integración sociolaboral, el fomento de la autonomía, la independencia personal y el incremento de la calidad de vida y bienestar de los usuarios". Y, sin embargo, "estos centros permanecen cerrados desde el mes de marzo a pesar de las continuas demandas y necesidades que surgen tanto en las personas con diversidad funcional como en sus familias que exigen la apertura de estos recursos públicos".

Durante estos meses, la plantilla de trabajadores ha estado trabajando en la adecuación de los espacios a las exigencias sanitarias pertinentes para este tipo de recurso, como son un comedor integrado en el CAI, entrada y salida independiente a las instalaciones, señalización, vestuarios y duchas de personal. Pero a pesar de ello y de que "otros recursos similares de carácter privado están funcionando desde hace meses", el centro sigue sin abrir "por no querer contratar personal de limpieza", recalca Iglesias.

El comité de empresa considera "incomprensible y muy grave" la "falta de voluntad de la Consejera y del director general de Servicios Sociales para poner en marcha estos recursos públicos".