Un equipo de diez voluntarios de Protección Civil viaja desde ayer a bordo de los autobuses de Emtusa. Un pasaje singular, que "a veces sorprende un poco a los pasajeros", reconoce el coordinador de los voluntarios, Valentín Cuesta, pero que "está siendo muy bien recibido". Ayer se llevó a cabo la primera sesión de viajes de control y concienciación en varios autobuses urbanos de Gijón, dentro de una campaña emprendida por Emtusa para que los vehículos siempre viajen con las ventanillas abiertas, de manera que se ventile el habitáculo, y para que todos los viajeros tengan bien claro cómo hay que llevar la mascarilla. Y el resultado ha sido en líneas generales muy satisfactorio.
"La gente está muy concienciada y no han puesto ninguna pega", resaltaba ayer Cuesta, después de que los efectivos de Protección Civil se desplazaran de siete y media a nueva y media de la mañana en las líneas 1, 12, 10, 15 y 18; las más ocupadas y en hora punta, para lograr el mayor impacto. Hoy se repetirá la experiencia, con los voluntarios a bordo de los autobuses entre la una y las tres de la tarde, coincidiendo con el horario de salida de los trabajos. "Sólo hubo que abrir un par de ventanas en un vehículo, el resto de la mañana transcurrió con absoluta normalidad y la respuesta de la gente es muy positiva", resume el responsable de Protección Civil. Y los usuarios ven estas medidas "estupendas, cuanto más prevengamos mejor será para todos, así que fenomenal llevar las ventanillas abiertas para que entre aire fresco", razonaba ayer Rosa Suárez mientras esperaba para tomar la línea 10 hacia Viesques.
Como ella, Juan Carlos González entendía las medidas de ventilación y advertencia a los pasajeros como "necesarias. "Todos sabemos lo que está pasando y hay que adaptarse a lo que nos digan", apuntaba. Así que llevar las ventanillas abiertas aún en pleno invierno es el menor de los males para los viajeros. "Lo que sí deberían controlar más es el aforo de los autobuses, es más peligroso cuando hay mucha gente y van de pie, ahí no se guardan las distancias y sería importante llevar eso con cuidado", alerta el pasajero, convencido de que "hay que hacer lo que sea para contener al virus".
En realidad casi todos los autobuses llevaban ya las ventanillas abiertas con anterioridad a la campaña iniciada ayer. "Viajo todos los días hasta Cabueñes y siempre van abiertas, los conductores de autobús tienen muy bien sumidas las medidas de seguridad", explicaba Carmen Isusi, pertrechada con "dos mascarillas a falta de una porque, toda protección es poca", indicaba, puesto que trabaja en un colegio. "Es lo normal que ventilen bien, primero en verano con calor con más razón, y ahora con más virus en danza, pues doblemente", convenía Santiago Llana. Y tampoco viene mal que "recordemos cómo llevar la mascarilla bien, porque a veces la gente mayor se la baja un poco y es un riesgo para ellos", señala María Pareja, usuaria habitual de varias líneas de autobús urbano cada día. En su caso "nunca he visto problemas; la gente acepta que hay que llevar la ventana siempre abierta y no pasa nada".
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Aunque no faltan los usuarios que con un toque de ironía ven algún inconveniente a la ventilación. "A ver si en vez del coronavirus nos mata una pulmonía", contaba entre risas Antonio Blanco a punto de coger un servicio hacia Cabueñes.
"Transmitir un mensaje de tranquilidad", el objetivo de Emtusa
Juan José Piniella, gerente de Emtusa valora positivamente esta primera jornada de recuerdo de las normas, porque "siempre viene bien recordar cómo hay que funcionar, y en esta situación cambiante de estados de alerta y nuevas restricciones queremos transmitir un mensaje de tranquilidad y seguridad a los usuarios", señala. Con el paso del tiempo "tendemos a bajar la guardia, y hay mucha gente muy sensible con el uso correcto de las mascarillas, que además de ir puestas tienen que ir bien puestas, así que bien está refrescar las normas", reconoce.
Los usuarios "se lo están tomando muy bien", y el objetivo es el de conservar la calma porque el riesgo de contagios en el transporte urbano no llega ni al uno por ciento. Sólo se trata de recordar que las mascarillas deben ir bien ajustadas a la nariz tapando la boca, y que pese a la tentación de cerrar las ventanas cuando entra frío, es necesario que permanezcan abiertas por el bien de todos. Para que en el autobús sólo circulen los pasajeros y el virus se quede en tierra.
