Conocí al P. Niño SJ a lo largo de dos años en que estuve de maestrillo en la Fundación Revillagigedo en Gijón. Era el factótum del Gedo. En aquella época la Fundación ofrecía sus aulas para cursos de EGB. (Todavía no estaba edificado el colegio Atalía del Barrio del Natahoyo). En aquella época, después de jornada escolar, la Fundación también ofrecía cursos de PPO. Allí llamaban al P. Niño SJ para resolver los posibles problemas que aparecían
Pedro Niño podía con todo, instruía a los maestrillos que en aquellos éramos Antonio Pedrea, que tras un año fue destinado a Honduras, y el que escribe estos recuerdos. Cuando los maestrillos llegamos a la Escuela nos citó con urgencia en su despacho. La reunión era muy urgente, tenía que formularnos el "Mensaje a García" un popular cuento que el dramatizaba y que según nos transmitió era fundamental para nuestra etapa de aprendizaje en la Fundación.
Impartió clases a los mayores de Maestría Industrial, en aquellos la escuela ofrecía Oficialía Industrial y Maestría Industrial, que contenían una gran base humanística. Fue un jesuita querido por los alumnos y al que profesaban un gran respeto. Recuerdo en una ocasión que los alumnos de Maestría no querían asistir a una clase porque jugaba el Madrid y al tropezarse con Pedro en la escalera, sin decir una palabra dieron la vuelta a clase, debemos situar esta anécdota en aquellos años en que los alumnos de maestría ya estaban trabajando una jornada en las empresas y asistían a clases a partir de las seis de la tarde.
Pedro Niño mantuvo excelentes relaciones durante su estancia en Gijón y su vinculo con profesores del Revillagigedo y gente del barrio del Natahoyo perduró mas allá de su estancia y repitió visitas las veces que regreso de Ecuador a donde pidió ser destinado después de unos años en la ciudad de León.
Estando destinado en Gijón fue prefecto de Disciplina y Estudios, director de la Escuela de Mandos Intermedios, profesor y consultor de la comunidad de El Natahoyo.
Descanse en Paz.
