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El Revillagigedo bate su récord de matrícula en Formación Profesional con 530 alumnos

El centro cuenta cada vez con más mujeres entre sus estudiantes l Las especialidades con más demanda son Mecatrónica y Electricidad

Una alumna, en el taller del "Gedo", en una imagen de archivo. MARCOS LEÓN

La Formación Profesional sigue en expansión y las aulas de un centro emblemático como la Escuela Revillagigedo están llenas un año más. El centro concertado, dirigido por la Compañía de Jesús con más de ochenta años de experiencia, es referente en la ciudad en la formación en disciplinas como las de tornero fresador, ajustador mecánico, electricista industrial, calderero, carpintero de acero o soldador, y los alumnos cada vez fían más su futuro a este tipo de formación técnica, en ramas para las que, como reconocen los responsables del centro, en ocasiones faltan profesionales y literalmente se los quitan de las manos.

Si hace un par de años el centro tocaba techo de matrícula con 460 alumnos, el "Gedo" rompe este curso todos los récords con 530 alumnos. "Estamos a tope", reconoce la dirección, con los segundos cursos llenos de estudiantes, porque muchos de primero han pasado a segundo y porque los de segundo curso que el año pasado no hicieron las prácticas llenan ahora las aulas.

La de este curso es una tendencia al alza desde hace unos años, tras superar la creencia de que a Formación Profesional sólo iban quienes no querían estudiar una carrera universitaria, y que poco menos que se trataba de una formación residual. Hoy en día las tornas se han cambiado y la FP no deja de ganar nuevos estudiantes, con un protagonismo cada vez más importante de las féminas: este curso se han matriculado en el centro un total de 24 alumnas, un dato nunca visto hasta ahora.

La especialidad más demandada en este curso, aunque "todas están a tope", es la Mecatrónica, junto con los estudios de Electricidad. También ha conseguido llenar Calderería, todo un clásico en el centro del que cada año salen profesionales cualificados al mercado laboral, con una tasa de inserción laboral altísima y algunas especialidades en las que a los chavales apenas les da tiempo a terminar los estudios para meterse de lleno en la industria.

En el Revillagide se imparten ciclos formativos de Formación Profesional Básica, Grado Medio y Grado Superior, en las especialidades de Electricidad y Electrónica, Fabricación y Montaje, Instalaciones Eléctricas y Automáticas, Mantenimiento Electromecánico, Mecanizado, Soldadura y Calderería, Mecatrónica Industrial, Sistemas Electrotécnicos y Automatizados, Construcciones Metálicas y Programación de la producción en Fabricación Mecánica. Todas ellas se han ido adaptando a los tiempos para dar abasto a una demanda creciente de la industria, y la matrícula no ha dejado de crecer en los últimos años.

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