Decenas de sanitarios del Hospital de Cabueñes, de Gijón, salieron esta mañana al hall de todas las plantas para exigir un refuerzo inmediato del personal, que se considera "al borde del colapso" desde hace días por el aluvión de pacientes covid y la saturación de buena parte de las áreas.

La protesta, con gran acogida y sin precedentes en el complejo hospitalario, consistió en un parón temporal, de apenas unos minutos, pero suficiente para enviarle un mensaje claro a la consejería de Salud.

El de Gijón es el primer hospital que se ve realmente contar las cuerdas por la pandemia de coronavirus en Asturias.

"Estamos peor que en abril", aseguraron los empleados, que lamentan, sobre todo, el "hacinamiento forzoso" en el área de Urgencias ante la falta de camas libres. Esta misma mañana había cerca de cuarenta pacientes esperando en camillas y sillones, algunos durante más de un día, un sitio para ingresar en el hospital.

El aumento de los ingresos, sin embargo, no preocupa tanto como lo que la plantilla considera "una escasez clara" de personal, que deja poco margen de maniobra a la gerencia para contratar médicos y enfermeras (las bolsas de empleo están agotadas), pero que sí podría engrosar las plantillas de celadores y técnicos en cuidado auxiliares.

La manifestación de esta mañana, convocada por el CSI, supone el primer gran plantón en firme de los sanitarios en Asturias. "No había más opción. Las plantas están llenas, el personal agotado, y aquí nadie hace nada", argumentaron desde el sindicato, que también afirman notar ya escasez de equipos de protección homologados.

"Estamos peor que en abril", sostiene el personal del Hospital de Cabueñes, de Gijón, que ha sido el primero en dar la voz de alarma por una segunda ola de coronavirus que les está dejando, según los empleados, "al borde del colapso". Las dos plantas de positivos tenían ayer 25 y 24 pacientes, y las dos de sospechas amanecieron llenas, con 14 enfermos en cada una. La UCI de covid, con un límite de 13 pacientes, ya tenía ayer 11.

El aumento de los ingresos, sin embargo, no preocupa tanto como lo que la plantilla considera "una escasez clara" de personal. Todos los empleados han salido hoy al vestíbulo de sus respectivas plantas pasadas las 14.00 horas como forma de protesta para pedir un incremento inmediato de las contrataciones.

La situación de Cabueñes se antoja compleja para las próximas semanas. Al prohibirse el uso de las criticadas camas supletorias, que permitían instalar a un tercer paciente en habitaciones para dos, el hospital tiene que ir ahora "por el libro". Por eso empieza a aglutinar a todos sus pacientes no relacionados con covid en el ala impar. De la par, ya están liberadas la siete y la ocho para positivos, y la cuatro y la seis para sospechas. Se sopesa la idea de abrir también la segunda ante el lleno de las otras dos. "Lo retrasan porque dicen que no hay enfermeras. Pero tienen que buscarlas fuera, así no podemos seguir", lamentaban ayer los empleados. La falta de espacios en Cabueñes ya obliga a ingresar a algún adulto en el área de Pediatría, lo que ha originado quejas en el servicio.