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El acusado por los disturbios del derbi que fue a juicio: "Evito la violencia en el Sporting"

La Liga ve "contradicciones" en el relato de los policías y solicita a última hora la absolución del procesado: "No nos queda más remedio" | Los otros catorce aficionados, que en dos temporadas volverán al campo, pactan penas de uno a dos años y pelearán por evitar la cárcel

La foto clave de la nueva españa. El acusado A. T. M., en el centro de la imagen rodeado por policías, se refirió a esta imagen publicada en este periódico para apoyar su relato. JULIÁN RUS

"Fui a ver el partido y a disfrutar del fútbol, pertenezco a la grada de animación y siempre intento que no haya violencia en el Sporting y evitar problemas. Estaba con unos amigos y un policía se acercó y me pegó un porrazo en la nuca". Con estas palabras quiso ayer demostrar su inocencia el único de los quince acusados por los disturbios del derbi regional en los aledaños de El Molinón en septiembre de 2017. Este hombre, que aseguró que solo se protegió "de los palos" que recibió por parte de los agentes, afronta una pena de cinco años y medio de cárcel que solicita la Fiscalía, después de que la Liga de Fútbol retirase a última hora los cargos en su contra para sorpresa de todos los presentes.

"Hay contradicciones en la versión de los policías y no nos queda más remedio que solicitar la libre absolución del acusado por el principio de 'in dubio pro reo'", argumentó el abogado de la Liga. El resto de los procesados, como adelantó ayer LA NUEVA ESPAÑA, alcanzaron un acuerdo con las acusaciones y aceptaron penas que van de uno a dos años de prisión y cinco años de expulsión de los estadios deportivos, que con tres ya cumplidos podrán volver en dos temporadas.

El juicio, que quedó visto para sentencia, comenzó con los quince ultras procesados repartidos por la sala, cumpliendo así con la distancia de seguridad por el covid. La fiscal del caso anunció el pacto alcanzado con catorce de los procesados, que uno por uno fueron aceptando ante el micrófono. La rebaja llega después de que se eliminase el delito de riña tumultuaria y tras dejar en el mínimo legal las penas por desórdenes públicos, atentado a agente de la autoridad, lesiones y lesiones leves. Esa quita de las penas estuvo motivada por la atenuante de reparación del daño en vista de que ya habían abonado la práctica totalidad de las indemnizaciones a los agentes.

Seis de los acusados asumieron un año y medio de cárcel cada uno; cinco aceptaron un año de prisión; y los tres restantes acabaron con dos años de cárcel. Son estos tres últimos quienes están en el alambre para evitar su ingreso en prisión, especialmente uno de ellos que cuenta con antecedentes por lesiones. "Pediremos la suspensión de penas para todos ellos", afirmó Guillermo Calvo, uno de los abogados defensores tras la vista.

El único acusado que se decidió a defender su inocencia responde a las iniciales A. T. M., que tiene pendiente otra causa por incidentes en Madrid con aficionados del Deportivo de La Coruña y ha llevado a juicio a dirigentes de Izquierda Unida de Gijón por vulneración de su honor. Este hombre, tanto en su declaración como en el uso de la última palabra, aseguró que "quería pasar un buen día de fútbol" y que se vio envuelto en la trifulca con la Policía cuando llegó el autobús con los jugadores del Sporting. "Me dio también una patada, y me dijo 'ya te tengo hijo de puta'; luego vi a más policías, y yo, con las manos levantadas les pedía que parasen; cuando acabaron de pegarme y llevarse todo por delante me fui", explicó A. T. M., que añadió que hasta había ayudado a una agente que estaba en apuros.

En sus conclusiones, y a lo largo de varios de los interrogatorios de la defensa, Guillermo Calvo incidió mucho en las imágenes tomadas el día de autos por los medios, en especial una publicada en la edición digital de LA NUEVA ESPAÑA, y que figura como prueba en los autos. "En todas las imágenes de ese día sale mi cliente protegiéndose de los golpes de la Policía; qué casualidad que en toda la secuencia no se vea que esté agrediendo a los agentes", reflexionó durante su intervención. Nueve testigos aportados por la defensa, incluido el conductor del autobús del Sporting, coincidieron en que A. T. M. no estaba delante del vehículo cuando comenzó el lanzamiento de objetos a los agentes. Todos menos uno, porque también hubo incoherencias en esos testimonios, como destacaron la fiscal, que pide cinco años y medio de cárcel y diez años de expulsión de los campos deportivos para él, y el abogado de la Liga, que al final optó por la absolución para el acusado.

En contra de esa versión está la de ocho agentes de la Policía Nacional, que reconocieron al acusado "sin género de dudas" como el autor de la agresión que sufrió uno de los mandos actuantes, que también le señaló. Algunos confesaron que un incidente así no lo habían visto en toda su carrera. "Caótica, violenta y desagradable" fueron los términos con los que describieron la escena. Sí es cierto que, en sus versiones, tres años después, difieren el número de golpes y el momento y el lugar en el que ocurrieron.

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