Tras trabajar en la lucha antiterrorista en Madrid, el policía nacional gijonés Hugo Fernández Suárez regresó a su ciudad natal para sumarse a la brigada de Seguridad Ciudadana en la comisaría de El Natahoyo, donde se ha convertido recientemente en el nuevo secretario sindicato JUPOL, el sindicato policial mayoritario en Asturias. Supone "un compromiso importante" que acoge "con ilusión".
- ¿Hay agentes suficientes para cubrir las necesidades de Gijón?
-En general, en todo el país, hay como un 86% del catálogo que define el numero de agentes necesario para cada territorio. El funcionamiento necesita mucha gente, cuando tienes menos, como es este caso, se traduce en menos capacidad de atender al ciudadano.
- Pese a todo, Gijón es la ciudad más segura de España.
-Eso es gracias a mucho trabajo, y a que los compañeros hacen de tripas corazón, tanto por las necesidades de medios materiales como de compañeros se necesitan más. Durante el estado de alarma hubo poco trabajo entre comillas, pero con la desescalada hubo muchos casos de atentado contra los agentes.
- ¿Por qué?
-Gijón es una ciudad peculiar, y muy diferente a cualquier otra de Asturias. Es la más segura de España, sí. Pero aquí das con mucha persona alcohólica, se ha perdido el principio de autoridad en todo el país, pero especialmente aquí. Escuchas con frecuencia desde "madero de mierda" a "quién eres tú para pedirme el DNI" o "hijo de puta". También hay problemas con enfermos psiquiátricos y la noche da muchos problemas porque hay muchas peleas. Por eso, hay tantas agresiones a los agentes. De hecho, nuestra abogada, Sylvia Garrido, tiene mucha carga de trabajo. Pero bueno, tampoco nos sentimos muy respaldados por la Justicia, aunque hay jueces que sí son sensibles.
-¿Por qué son el sindicato mayoritario?
-Por la lucha continua por nuestros compañeros, sean o no afiliados. No nos casamos con nadie, solo luchamos por lo que creemos justo.
-¿Cómo afrontan el trabajo ante la segunda ola del coronavirus?
-En la plantilla de Gijón todo el mundo tiene geles y mascarillas, hay una gran diferencia con respecto al inicio de la pandemia.
-¿No tenían los suficientes medios
-Esto era una verbena, trayendo mascarillas y geles de casa cuando empezó todo. Nos donaban mascarillas, especialmente desde la comunidad china, o recibíamos llamadas anónimas de alguien indicándonos una dirección y al llegar ver que teníamos 100 mascarillas de tela para nosotros hechas a mano. Es cierto que tanta caña dimos con este tema que hoy por hoy están cumpliendo y envían 2.000 mascarillas quirúrgicas para Asturias cada semana.
-¿Qué debería cambiar en el Cuerpo Nacional de Policía?
-Muchas cosas. Lo primero es la situación económica, con la equiparación salarial. La segunda son los medios materiales. Cualquier policía autonómica tiene más medios que nosotros. No cumplimos normas de seguridad, nos faltan pistolas táser... Aquí hay dos funcionarias sin chalecos antibalas y eso que están en la puerta. Los nuestros son medios obsoletos y necesitamos que nos doten de medidas de seguridad.
-Prosiga.
-En los coches patrulla nuevos, si mides 1,80, no entras, pero el habitáculo del detenido parece una mansión. Un agente pasa entre ocho y diez horas en el coche y no puede ir incómodo, pero un detenido apenas pasa diez minutos hasta su traslado a Comisaría. Falta ergonomía. Otro ejemplo es que en el maletero no entran ni los escudos, que son fundamentales en determinadas intervenciones, especialmente con pacientes psiquiátricos que muchas veces te reciben armados.
-¿Cómo llevan la lucha por la equiparación? ¿Hay algún avance?
-Queda el último tramo de subida, pero no vamos a llegar ni a la mitad. Seguiremos cobrando menos, nos jubilaremos más tarde y con menos sueldo y los servicios extraordinarios se pagarán menos. Y las horas extra y las asistencias a juicio que no se pagan, cuando muchos van en descanso o vacaciones. Debemos seguir peleando.
-¿Qué más demandan en el actual contexto?
-Estamos luchando con el tema de la turnicidad. El Cuerpo pagaba las turnicidades y una vez al mes las eliminaba, pero después de una lucha importante se llevó por vía judicial y ahora tienen la obligación de abonar esas cantidades.
