Una gijonesa de 29 años que el pasado mes de julio tuvo que ser evacuada en helicóptero tras sufrir una caída por la zona del viaducto de Serín, en Gijón, está ahora investigada por un presunto delito contra la seguridad vial después de que la Guardia Civil haya completado todas las piezas de este extraño suceso. Esta mujer, que responde a las iniciales R. M. G., había empotrado su coche en la autovía A-66 y, sin dejar ninguna señalización, abandonó el vehículo -eso motivó que otro turismo sufriese un accidente poco después- y caminó de madrugada dos kilómetros antes de sufrir la caída. Los investigadores han podido confirmar que conducía bajo la influencia del alcohol y drogas.

Esta investigación se remonta al 25 de julio de este año. Un coche había sufrido a las cinco de la mañana una salida de vía por el margen izquierdo hasta empotrarse contra la barrera metálica de seguridad, quedando el coche cruzado entre las dos plataformas. Esta joven se fue caminando y desapareció, lo que generó una búsqueda de tres horas hasta que por fin se la localizó por debajo del viaducto de Serín "en estado de conmoción y con heridas en la cara y piernas", según describe la Guardia Civil. Fue necesaria la intervención del helicóptero del 112 para evacuarla dada la dificultad de acceso hasta esa zona boscosa.

La investigación siguió su curso y los análisis posteriores de las muestras de sangre, extraída a esta joven con fines médicos en el centro hospitalario al que fue trasladada, revelaron una cantidad de alcohol y drogas en su organismo que constituyen un delito por el que ahora está siendo investigada. De hecho, se la considera autora de los delitos de conducir bajo los efectos del alcohol, causar un grave riesgo a la circulación y lesiones por imprudencia, dado que al dejar el coche abandonado generó el accidente de otro vehículo en el que salió herido su conductor. Es por ello que la Guardia Civil recuerda siempre la obligación de permanecer en el lugar del accidente hasta que lleguen los agentes.