La rápida intervención de dos agentes para atender a un gijonés de 87 años que se había desplomado en la avenida de Juan Carlos I permitió mantener con vida al hombre después de sufrir una parada cardiorrespiratoria cerca de su casa hasta la llegada de los servicios sanitarios, que lograron llevarle hasta el Hospital de Cabueñes, donde se recupera del incidente. "En cuanto le vimos caerse nos bajamos de las motos y fuimos a reanimarle; es fundamental tener conocimientos de reanimación", coinciden estos dos policías, miembros de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) que superan las dos décadas de experiencia en el cuerpo.

El hombre, vecino de El Natahoyo y muy conocido en el barrio por haber regentado el bar Siero durante varios años, estaba en el suelo sin pulso cuando se percataron los policías, que intervinieron el pasado miércoles al mediodía. "Tratamos de reanimarle, y cuando parecía que volvía, al ponerle de lado teníamos que volver a empezar", relatan los agentes, acostumbrados a este tipo de servicios humanitarios. Los dos policías estuvieron dándose el relevo durante quince minutos hasta que los sanitarios llegaron con su UVI móvil a este hombre, que padecía problemas cardíacos previos.

Los agentes, ya en la academia, reciben clases de primeros auxilios y reanimación, conocimientos que van refrescando cada poco gracias a cursos de Cruz Roja y Salvamento. En esta ocasión el final fue feliz y la labor de estos dos policía permitió salvar la vida de este gijonés de 87 años.