Frenéticas 24 horas para la hostelería gijonesa. Si ayer, los convocantes de la marcha que salía de La Calzada hasta la plaza Mayor, desactivaron su protesta por las restricciones de la Delegación del Gobierno, que limitaba la marcha a una concentración de 175 frente al Ayuntamiento, hoy el sector salió igualmente a la calle para dejar patente la situación límite a la que se enfrentan por las restricciones impuestas por las autoridades para frenar el covid-19. Centenares de hosteleros, y otros autónomos, protagonizaron una riada de indignación que desembocó en dos puntos.

El primero, el paseo del Muro, donde se realizó una multitudinaria cadena humana que fue desde el Campo Valdés hasta la escalera seis. Y el segundo, la plaza Mayor, donde los manifestantes dejaron con sus consignas clara su indignación. La misma alcaldesa, Ana González, salió a recibir a los convocantes de la marcha, quienes le entregaron a la Regidora sus demandas. Esto se produjo a las puertas del Ayuntamiento, en medio de una sonora queja de los hosteleros, que pidieron la dimisión de González. "Solo queremos trabajar", manifestaron los presentes. Por su parte, la Alcaldesa, aseguró comprender la compleja situación a la que se enfrentan y recordó las medidas que llevó a cabo el gobierno local para amortiguar la crisis. "Hay que ponerse en su piel", aseguró González.

"Manos arriba esto es un atraco": el grito de los hosteleros de Gijón ante las restricciones del sector

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Eso fue el final, pero el principio aconteció horas antes, a las puertas de la parroquia de Fátima, en el barrio gijonés de La Calzada. Desde ese lugar tendría que haber partido la marcha tal y como estaba prevista. Eran las nueve de la mañana y apenas un puñado de hosteleros se concentraba ahí para explicar que no les estaba permitido cortar el tráfico y hacer el recorrido previsto a priori. Sin embargo, a cada minuto fueron llegando más y más compañeros. Finalmente, sobre las 10.00 horas los manifestantes partieron hacia el paseo del Muro, caminando por las aceras y haciendo todo lo posible por respetar las distancias de seguridad.

El recorrido al final fue el que estaba estipulado. Es decir, salida desde Fátima, pasando por la calle Manuel Rodríguez Álvarez. Desde ahí fueron por la calle Brasil hasta Príncipe de Asturias hasta la rotonda de Cuatro Caminos. Posteriormente, siguieron por la avenida Galicia. De ahí, pasando por Mariano Pola, hasta Juan Carlos I y luego a Marqués de San Esteban. Accedieron, en dos filas de a uno a la plaza mayor por la plazuela del Marqués. Inicialmente, frente a la estatua de Pelayo se habrían leído varios manifiestos. No fue así, porque no estaba permitido. La cadena humana en El Muro fue uno de los momentos más emocionantes. Llegó hasta la escalera seis y estuvo secundada por muchos camiones de reparto, que, desde la calzada, atronaron con sus cláxones. Eso mismo había sucedido anteriormente en la calle Brasil.

Aunque no estaba previsto, los organizadores de la protesta recibieron un mensaje por parte del gobierno local sobre las 11.45 horas. La alcaldesa, Ana González, iba a recibirlos. Media hora después eso sucedió. La Regidora salió a la plaza Mayor, a las puertas del Ayuntamiento, para charlar con dos de los convocantes. Intercambiaron amistosamente posturas. Mientras eso sucedía, centenares de hosteleros exigían a gritos soluciones a la primera edil. Llegaron a corear varias consignas, entre ellas, pidieron la dimisión de González.

A pesar de todo ello, no se produjo ningún incidente. Los organizadores fueron escrupulosos e hicieron todo cuanto estuvo en su mano por mantener el orden. Cosa que lograron. Exigieron en todo momento el uso de la mascarilla y reprendieron a aquellos participantes que se pusieron a fumar en lugares de mucha concentración. Se tiraron dos cohetes, cosa que se censuró por parte de los organizadores. "No queremos que se manche nuestra imagen", aseguraron.