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Los hosteleros de Gijón confían en el eco de su protesta

“Les toca a los políticos”, afirman los profesionales, que priorizan rebajas fiscales, ampliar los horarios y usar las barras

José Miragaya, en su negocio.

“Solo queremos que nos dejen trabajar”. Esa fue una de las frases más repetidas por los hosteleros de la ciudad el pasado miércoles, en la multitudinaria marcha de protesta que se desarrolló en varias calles. Una máxima que encierra muchas peticiones: aumentar aforos y horarios, recibir ayudas económicas o poder acceder a exenciones fiscales en la misma proporción en la que se restringe su actividad. Así lo ejemplifican cuatro profesionales, cada uno de un barrio distinto, pero que convergen en una misma idea: pertenecen a un sector fundamental y la administración tiene que poner de su parte para que pueda sobrevivir. “Ahora les toca a los políticos”, aseveran.

Jéssica Fernández y Gabriel Gutiérrez, ante su local de La Guía Juan Plaza

Así lo entiende Roberto Mora, con una vinatería en el barrio de Laviada. “No queremos ayudas, queremos que nos quiten las limitaciones”, explica el hostelero, que también afea que les hagan “parecer culpables de expandir el virus”. “La gente acaba cogiendo miedo y no va a los locales”, añade. No obstante, también pone el foco en la tardanza acumulada para cobrar las subvenciones que se les han concedido. “Las ayudas llegan tarde, mal y nunca”, explicita. “Las ayudas del Ayuntamiento todavía no nos llegaron, y aun no hemos cobrado la ayuda al alquiler del Principado, que se aprobó en abril”, dice. Con ello, critica que “las ayudas no llegan, y los impuestos hay que seguir pagándolos igual”.

La hostelera Elena Castilla, en su negocio de Pumarín Juan Plaza

Por todo ello, el hostelero pide “que nos escuchen, porque estamos pasándolo mal y hay muchos sectores que viven de esto”, más allá de los propios hosteleros: “Necesitamos una atención más directa de la administración, que miren para nosotros y que nos den las ayudas y los apoyos que nos tienen que dar”.

Para José Miragaya, con un local en El Natahoyo, es fundamental “que nos dejen abrir hasta medianoche, por lo menos”, ya que “en España no nos adaptamos al horario europeo, la gente quiere tomar algo después de salir de trabajar y no le gusta cenar con prisa y son las cenas las que nos dan vida”. El hostelero enfatiza que “no queremos que nos den manga ancha, pero sí que nos dejen funcionar”.

"Que nos dejen abrir hasta media noche, por lo menos"

José Miragaya - Hostelero de El Natahoyo

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Igualmente, Miragaya critica que “no es lógico que nos cierren la barra”. Y asegura que “la barra no es el foco de infección”. El hostelero explica que “la barra es el 50% de negocio”, afeando a la administración que “sus cuentas no son como las nuestras”.

“Igual que nos recortan el aforo o los horarios, tendrían que ser más benevolentes con los pagos”, solicita Elena Castilla, con un local hostelero en Pumarín. “Tendrían que imponer una exención fiscal en la misma proporción que nos restringen el aforo”, dice. Tras un verano que “no fue malo”, deja claro que “con todo lo que se nos está exigiendo, es inviable” seguir adelante para muchos locales de hostelería: “Nos abocan a la ruina, con cada vez más restricciones”.

Así lo entiende también Gabriel Gutiérrez, al frente de un local en La Guía. “Si no podemos trabajar con normalidad, no nos pueden cobrar los impuestos con normalidad”, explicita. “No podemos pagar todo si no nos dejan vender”, remata. Gutiérrez lo tiene claro: “Como siga todo así, o cerramos o dejamos de pagar”. Igualmente, Gutiérrez pide “que no nos estigmaticen porque la hostelería es el motor de Asturias”.

"Manos arriba esto es un atraco": el grito de los hosteleros de Gijón ante las restricciones del sector

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