La compañía gijonesa de automoción Vauste Spain superó ayer el concurso de acreedores al que había entrado, de forma voluntaria, en junio de este año, con un pasivo de algo más de siete millones de euros, tras verse obligada a dar ese paso por problemas de tesorería y falta de liquidez. Una problemática que ahora queda atrás tras desprenderse de la situación concursal, lo que supone igualmente abandonar la tutela judicial a la que estaba sometida, ya que el auto del juzgado de lo Mercantil número 3 de Gijón que ratifica esta postura también cesa de esas funciones al administrador concursal. Con ello, el equipo directivo recupera el control sobre toda la operativa y finanzas de la empresa, que adquirió en 2016 la antigua fábrica de amortiguadores de Tenneco Automotive en el Alto de Pumarín.

Para que esta situación llegara a buen puerto, fue fundamental el auto de ratificación que el mismo juzgado emitió la semana pasada sobre el expediente de regulación de empleo firmado entre la empresa y los sindicatos –a excepción de la Corriente Sindical de Izquierdas, lo que le supuso duras críticas desde el resto de entidades sindicales–. Este documento incluía el despido de 60 trabajadores de la empresa, así como aplicar un expediente de regulación temporal de empleo, hasta el hasta el 31 de marzo del 2021, al resto de los trabajadores de la compañía. Este paso se ve ahora como “una de las medidas necesarias para afrontar la viabilidad de la compañía hasta que estabilice su volumen de negocio”, según explican desde la empresa.

Desde la dirección de Vauste, una vez conocida la decisión, se apuntó a otras claves, además del ERE firmado con los trabajadores, como fundamentales “en la superación de una situación tan delicada”. La compañía pone el foco en “el refuerzo continuo de la propiedad de Vauste, DSA Corporate, que ha apoyado de forma clara la continuidad de la compañía”, así como al apoyo institucional recibido en este tiempo por parte del Gobierno del Principado, el Ayuntamiento de Gijón –que llegó a aprobar una declaración institucional en apoyo de la empresa y sus trabajadores–, la Cámara de Comercio de Gijón, la FADE, Femetal y “los propios trabajadores de la compañía”.

“Ahora toca mirar al futuro, intensificar la labor comercial al máximo y empezar a recuperar la cartera de clientes y a adquirir volumen de negocio para volver a ser una referencia en el mercado”

En una nota de prensa remitida ayer desde Vauste, se explícita que “el proceso concursal ha sido superado por el esfuerzo realizado por trabajadores, la compañía y la propiedad”. Una vez dejado atrás ese difícil periodo, “ahora toca mirar al futuro, intensificar la labor comercial al máximo y empezar a recuperar la cartera de clientes y a adquirir volumen de negocio para volver a ser una referencia en el mercado”, explica la firma.

De hecho, en el momento de la firma del ERTE, los trabajadores ya llamaban la atención sobre la falta de clientes. Lo que se les trasladó entonces desde la empresa fue que la previsión pasaba por firmar con un cliente antes de finalizar este año y con otro en el segundo trimestre de 2021.