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Aboño se pone a punto contra la polución

EDP revisa 10.000 equipos de la térmica y mejora los electrofiltros para reducir sus emisiones más de lo que exige la legislación

Por la izquierda, Carlos Villanueva y Rafael Cabañeros, en la sala de control de la térmica de Aboño. Á. G.

A medio camino entre el eco de una turbina y el de un teléfono, la nueva sala de control de la central térmica de Aboño 2 funciona a pleno rendimiento tras haber completado el salto a lo digital desde lo analógico de sus paneles de mando. Todo entre esas cuatro paredes, menos una taza de café vacía y una miniatura de Homer Simpson, es pura magia tecnológica. Ordenadores por doquier, pantallas, gráficas y números conforman un aparente galimatías, incomprensible para el ojo profano. Pero no para el de Rafael Cabañeros, el director de la térmica que abastece a la gran industria en Asturias. Una planta en la que Energía de Portugal (EDP) acaba de revisar al completo para poner a punto sus equipos y reducir sus emisiones a niveles aún más por debajo de lo que marca la normativa medioambiental. “Extender la vida útil de la planta y garantizamos su funcionamiento eficientemente”, apunta Cabañeros sobre la revisión.

Aboño se pone a punto contra la polución

El complejo de Aboño aloja una de las mayores centrales térmicas de carbón del país. Y de las más curiosas porque mientras que muchas plantas han cerrado en Asturias –Iberdrola en Langreo y Naturgy en Tineo– ésta se ha librado de la quema por su condición estratégica. Produce el equivalente a la energía que necesitaría dos millones de hogares, pero la mayoría la aprovechan los pesos pesados de la industria en Asturias, como Asturiana de Zinc, en Castrillón, o Alu Ibérica, en Gozón. También, la vecina ArcelorMittal, en Veriña, de la que además se reutilizan sus gases siderúrgicos. “El aprovechamiento de los gases es total”, considera Cabañeros.

Aboño se pone a punto contra la polución

Para mantener en plena forma al gigante hay que “dormirlo” cada cuatro años. Es lo que en la jerga se conoce como “la parada”. EDP ha invertido en la última 14,7 millones para realizar mejoras ambientales y revisar 10.000 equipos y sistemas de la planta. Esta revisión tendría que haber sido en marzo, pero la pandemia de coronavirus obligó a retrasarla. Se empezó finalmente el 10 de septiembre y culminó el 31 de octubre. Trabajaron en ella 80 empresas, 900 empleados y ocupó 150.000 horas de trabajo. Los principales equipos revisados han sido el alternador, la caldera y las plantas de desulfuración y desnitrificación. “Se han introducido importantes mejoras”, aseguran fuentes de EDP.

Aboño se pone a punto contra la polución

Los electrofiltros de la central es donde es uno de los puntos donde más empeño se ha puesto. Su mejora ha costado dos millones de euros. Este equipamiento es clave a la hora de reducir las emisiones de partículas ya que contribuye a mantenerlas en su interior. Se ha mejorado su rendimiento un 25 por ciento gracias a la implantación de elementos mecánicos, controladores y su digitalización. Ahora se controlan desde la sala de mandos del grupo 2. “Estábamos reduciendo la emisión de partículas del orden del 99,90 por ciento la emisión. Con esto, pasamos al 99,99 por ciento. O sea, una emisión menor de una de cada 100.000 partículas”, asevera el director de la central de Aboño. Este nivel de emisión va más allá de lo que marca la norma medioambiental, según EDP.

Aboño se pone a punto contra la polución

La parada se hizo en condiciones complejas. Implicó el uso de mascarillas, trajes de buzo de un único uso y la organización turnos de entrada y salida de manera escalonada en la planta para los 900 operarios. A cada trabajador se le realizó una PCR para descartar contagios. También se codificaron las zonas de trabajo por las que pasaba cada empleado y se ensayaron burbujas para que si se daba un positivo, no tener que paralizar más labores de la cuenta. El resultado, un éxito. “Nadie se contagio dentro de la planta, sí hubo casos de personal con positivos en su ámbito familiar y hubo que ponerlos en cuarentena”, describe Carlos Villanueva, el responsable de la revisión.

Para 2022, EDP espera que el grupo 1 de Aboño pueda pasar a utilizar los gases siderúrgicos eliminando por tanto el uso de carbón. Mientras, el grupo 2 permanece activo y sin fecha concreta de cierre por su condición estratégica para la industria pesada de Asturias puesto que de su energía se nutren las grandes de la región. Y ya funciona a pleno rendimiento tras su gran puesta a punto.

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