El nuevo proyecto del Hospital de Cabueñes para liberar espacios de hospitalización convirtiendo una parte de sus sótanos en un área administrativa ha causado, de momento, buena impresión entre el personal. El gerente del complejo, Manuel Bayona, explicó su idea ayer a parte de la junta de personal y sindicatos, y el plan previsto goza hasta ahora de buena aceptación. El proyecto, adelantado por LA NUEVA ESPAÑA, liberará todos los despachos ahora desperdigados por el edificio y los juntará en el sótano -2 del centro con el objetivo de que todo el espacio disponible en las plantas del hospital se dediquen al ingreso de pacientes. En la junta, sin embargo, advierten de que los nuevos locales que ganará Cabueñes tendrán que ir acompañados de una plantilla que, de momento, sigue siendo “escasa”.
La medida ya se ha adoptado en parte, acelerada por la actual situación de pandemia. El hospital instalará esta semana un edificio prefabricado en una finca adyacente para reagrupar buena parte de estos despachos y, así, ha podido liberar toda la quinta planta del edificio principal, muy amplia, para el ingreso de enfermos. Esta nueva instalación tendrá sala de espera, recibidor y aseos para el personal, y estará conectado a Cabueñes a través de una puerta trasera del salón de actos, por lo que estará integrada en el complejo. Todos los despachos son de alquiler y vienen ya casi montados en camiones. Le costará al área V 3.500 euros al mes.
El futuro proyecto de trasladar toda la unidad a los sótanos, por su parte, no tiene fecha, pero se suma a la línea de actuaciones con las que Cabueñes intenta paliar la paralización de su gran ampliación prevista para este año. Ya ha reformado las Urgencias, dotándolas de más espacio, y ha remodelado su área de Despertar y liberado la unidad de cuidados sin ingreso para rescatar dos nuevas UCI. La primera ya se usa y la segunda, con otras ocho camas, están habilitadas. “Todos esos cambios son lógicos, cualquier espacio que se gane para lo asistencial va a tener nuestro apoyo. Pero este hospital se nos quedó pequeño hace tiempo y ahora estamos desbordados porque, por muchas salas que liberes, no hay enfermeras. Para cubrir esas plantas las compañeras ya doblan turnos y se quedan sin vacaciones. Lo siguiente será quitar jornadas reducidas. Hay que pensar más en el personal”, opinan desde la junta, que creen que el HUCA juega con ventaja en esta pandemia. “Cuando se pasaron al hospital nuevo quedaron muy bien dotados de personal, mucho mejor que nosotros. Aquí siempre fue escasa, es una lacra de hace ya décadas, y por eso estamos ahora como estamos”, añaden.
