La decisión está tomada. El Ayuntamiento de Gijón no estrenará presupuesto en 2021. El equipo económico que lidera la socialista Marina Pineda como edil de Hacienda, y con Isaac Sánchez como director general Económico-Financiero, ha decidido ya optar por una prórroga del presupuesto en vigor. “Es la mejor solución”, asegura el gobierno, que se lo anunció ayer a unos grupos de la oposición que esperaban un borrador para empezar a negociar. Los cálculos de disminución de ingresos e incremento de gastos, generados ambos por la crisis del coronavirus, componen una situación de desequilibrio que, en explicaciones de Marina Pineda, “hace imposible cuadrar las cifras de un proyecto realista y que atienda los intereses de la ciudad”. Y en este contexto, matizó Sánchez, “consideramos que es mejor una prórroga y apoyarse en un presupuesto aprobado hace un año y que ha demostrado ser flexible y no romperse ante esta pandemia”.

Aún no hay cifra concreta para saber la cuantía que se prorrogará de los 233 millones del presupuesto inicial de este año, que ha acabado elevándose a 281,4 tras 21 modificaciones presupuestarias que, entre otras cosas, han dado cobertura a casi 11 millones de gastos en imprevistos generados por la pandemia: ayudas sociales, económicas, apoyos a empresas, limpieza, más seguridad... Si es evidente, porque así lo marca la norma, que de esa prórroga se caerán todas las inversiones reales y transferencias de capital diseñadas para este año que no estén ya contratadas o en marcha. Se salvan, por ejemplo, inversiones como la comisaría o la escuela infantil Eusebio Mirada y las anualidades ya comprometidas a obras en fachadas y barrios degradados. El resto tendrá que ir gestionándose vía modificación presupuestaria y en base a la opción de un préstamo para inversiones de 20 millones de euros.

Escenario presupuestario municipal

También habrá que mirar con lupa qué entidades tendrán dinero garantizado a través de los convenios nominativos. En principio, y dado su carácter plurianual, se salvan la mayoría de los que tienen que ver con lo servicios sociales. La prórroga es automática para los créditos de gastos de personal y la gran parte de los gastos corrientes. “No hay un problema de dinero sino de normas presupuestarias”, aseguró Marina Pineda tras garantizar que el Ayuntamiento de Gijón tiene liquidez para cumplir con sus compromisos actuales y recursos para acometer los proyectos a encarar el año que viene. Y recordó que “el covid ha generado una situación excepcional; ningún gobierno ha tenido que enfrentarse a algo así”.

¿Cual es ese problema de normas presupuestarias? Si hace unos años Gijón chocó de frente con la regla de gasto, ahora el obstáculo se llama ahorro neto. El anteproyecto diseñado por la Dirección General Económico-Financiera para 2021 alcanzaba los 241,3 millones teniendo en cuenta un incremento de las necesidades de gasto de 8,3 millones. El problema es que también había que contabilizar una bajada de ingresos de 7,9 millones. El Ayuntamiento calcula en el escenario económico de la pandemia perder 8,4 millones en el paquete de recaudación del IBI, la plusvalía y la viñeta, otros 759.000 del impuesto de construcciones y más de 1,5 millones en recaudación de tasas y precios públicos. Cifras que se compensan en poco con las subidas en otras tarifas.

Por su parte, las nuevas necesidades de gasto a tener en cuenta se relacionaban con 2,6 millones del plan de empleo municipal anticovid y la puesta en marcha de la escuela infantil de Contrueces y otros 5,5 millones en incrementar las transferencias a las fundaciones, patronato y empresas municipales. No se incluyen en el diseño presupuestario las esperadas aportaciones de dinero que puedan llegar de fondos europeos o estatales para la reconstrucción ni los 12,5 millones en remanente líquido que antes había que llevar a amortización de deuda y ahora puede dedicarse a gasto corriente pero que la normativa obliga a incorporar vía modificación.

Hechas las cuentas el resultado era un ahorro neto negativo de 16,3 millones. Y aquí está el epicentro del problema.

El plan es avanzar trámites y sumar en marzo los 12,5 millones que hay de remanentes

La ley no acepta que se presente un presupuesto con ahorro neto negativo pero, en el caso de los ayuntamientos, tampoco le permite dedicar dinero de un préstamo a financiar gasto corriente. La opción de sacar esos 16 millones de los capítulos de personal, gastos corrientes y transferencias corrientes se vio inviable. “Sería desvirtuar el presupuesto por completo y en personal, por ejemplo, no hay margen de maniobra. Es lo que es”, explicó Isaac Sánchez. Además un ahorro neto negativo supondría para el Ayuntamiento de Gijón la imposibilidad de ir a nuevos préstamos a largo plazo y tener que elaborar un plan de saneamiento. Hay que tener en cuenta, además, que todos los datos se refieren al presupuesto municipal pero hay empresas y organismos autónomos que también calculan ir a menos. El Patronato Deportivo recaudará 1,1 millones menos y Emtusa 1,3 si toda va según lo esperado.

Analizados todos estos parámetros, la decisión del gobierno compartido de PSOE e IU es renunciar a un nuevo presupuesto y optar por trabajar con una prórroga. Algo que no es nuevo en la historia municipal reciente. Prorrogados fueron ya los presupuestos de los años 2019, 2018, 2016 y 2014, todos con gobiernos de Foro y ante la imposibilidad de sacar adelante apoyos políticos a las nuevas cuentas. El plan de la concejalía de Hacienda es adelantar tramitaciones y pactos políticos para, como muy tarde en marzo tras liquidar el presupuesto de este 2020, empezar con las modificaciones presupuestarias que permitan incorporar los 12,5 millones de remanente, el posible superávit de este año y los fondos extraordinarios que vayan llegando.

Un camino, el de las modificaciones, tortuoso en cuanto a la tramitación administrativa, los retrasos de tiempo y las necesidades de buscar apoyos políticos en el Pleno. “Es cierto que una prórroga puede suponer cierto retraso pero se le puede hacer frente si vamos haciendo ya una tramitación anticipada. Si tenemos el dinero en marzo no habría diferencias con un año normal”, indicó la edil de Hacienda con la vista puesta en cubrir las necesidades sociales y económicas que la pandemia deja en Gijón.

Un anuncio presupuestario en doble ronda

Marina Pineda, edil de Hacienda, e Isaac Sánchez Cuervo, director general Económico-Financiero, en la foto, se encargaron ayer de anunciar la prórroga presupuestaria en el Ayuntamiento de Gijón. Y de explicar sus razones para optar por ella. Primero lo hicieron de manera privada en la comisión de Hacienda ante los grupos políticos y luego, en una segunda ronda, en el salón de recepciones en un acto público.