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Cabueñes investigará el deterioro físico de enfermos con mieloma y linfoma

El hospital recibe un innovador ecógrafo para realizar el estudio, que comenzará en diciembre

Por la izquierda, Gonzalo Álvarez, de Nutricia, el laboratorio que cedió el ecógrafo, con los sanitarios Nuria Valdés, Javier Cepeda, Esther González, Covadonga Coalla, Lucía Díaz y María Riestra. Ángel González

El Hospital de Cabueñes, a través de sus servicios de Endrocrino, Hematología y Farmacia, liderará un novedoso estudio sobre el deterioro físico de enfermos diagnosticados con mieloma y linfoma para averiguar si una detección precoz de esta pérdida muscular, habitual en este tipo de patologías, puede prevenirse y corregirse a tiempo modificando las dosis del tratamiento. Las unidades citadas fueron seleccionadas hace ahora un mes por la Sociedad Española de Endocrinología para lanzar esta investigación y reciben, como premio, una beca del laboratorio Nutricia, que les cedió ayer un ecógrafo de última generación para realizar su estudio.

Según explica la facultativo María Riestra, el objetivo del estudio es monitorizar los cambios a nivel corporal de pacientes oncohematológicos, un campo que en este caso se centrará en los diagnosticados con las dos patologías citadas. ¿El motivo? Que los tratamientos para estos tumores son, como casi cualquier medicación oncológica, agresivos, lo que sumándose a la propia enfermedad hace que el paciente se deteriore físicamente con cierta velocidad. Y, en caso de no detectarlo a tiempo, el tratamiento inicial puede provocar intoxicaciones accidentales. “Sabemos que la pérdida de músculo puede hacer que algunos pacientes toleren peor el tratamiento o que presente más toxicidad, así que nuestra idea es poder monitorizar esos cambios en el músculo para prever si va haber más deterioro y poder rebajar la dosis del tratamiento”, resume la experta.

El ecógrafo, entregado ayer a las puertas de las Urgencias del hospital de la mano de Gonzalo Álvarez, del laboratorio de Nutricia, facilitará el trabajo. “Es un aparato de esos que dicen que son de última generación, y será una de las pruebas claves. También haremos otro tipo de analíticas, pero esto nos ayuda”, agradece Riestra, que explica también que, como la donación es permanente, este ecógrafo se incorpora oficialmente al servicio y ayudará para diagnosticar otras patologías. El estudio iba a empezar en noviembre, pero la pandemia lo ha retrasado hasta, previsiblemente, el mes que viene.

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