Se llamará Colegio Español de Asturias, empezará como un campus veraniego y multicultural para estudiantes y, si todo va bien, acabará siendo un colegio internacional al estilo suizo impulsado desde Gijón. Este es el nuevo proyecto que se trae entre manos Begoña Fernández-Costales, afincada en la ciudad y presidenta de la Federación de Empresarias y Directivas de Asturias (FEDA). El plan, que está pendiente de los últimos detalles y colaboraciones, pretende ganarse un nicho de mercado hasta ahora poco explotado en Asturias y que podría, a juicio de la impulsora, potenciar la regeneración de una región todavía poco acostumbrada a sacar rentabilidad de las relaciones internacionales. De momento, la idea es que este nuevo proyecto tome como sede el campus de Mieres, pero que, mediante acuerdos colaborativos, permita a los alumnos moverse por buena parte de la región. Empezará como campus de verano –si la pandemia lo permite–, y si el proyecto funciona se duplicará como campus de invierno antes de convertirse en un colegio al uso.
Explica Fernández-Costales que la idea lleva tiempo rondándole la cabeza. La empresaria, aunque filóloga de formación, es experta en exportaciones y en el sector del mercado internacional a través de su empresa, Bepic. Esta agenda de contactos es lo que le ha permitido desplegar un catálogo de ofertas ambicioso y que, a la espera de las últimas confirmaciones, contará con varias academias de idiomas y entidades deportivas para la práctica de equitación, actividades acuáticas y fútbol. El Club de Regatas y la Escuela de Fútbol Jin son dos de las colaboraciones ya confirmadas, pero habrá más.
Junto a los idiomas y el deporte, el otro gran bloque de aprendizaje serán los viajes. Ya están confirmadas visitas a Central Lechera Asturiana, a los Lagos de Covadonga, a la Warner de Madrid y a enclaves del Prerrománico asturiano. La idea, señala la responsable, es que los pequeños jueguen con estas tres vertientes durante toda su estancia en Asturias, aunque sus horarios incluirán también ratos de tiempo libre y de juegos de robótica y laboratorio. “El objetivo es que puedan aprender mientras se lo pasan bien y conocen a niños de todo el mundo. Es algo común en otros países y que aquí hasta ahora se hacía con las típicas escapadas a Londres para aprender inglés, pero podemos ser más ambiciosos”, razona la empresaria, que aclara que, si bien este modelo de negocio resultará más atractivo para familias extranjeras que vean Asturias como un buen destino para que sus niños pasen el verano aprendiendo, el objetivo del Colegio Español de Asturias también es captar a familias de la región que no sepan qué hacer con sus pequeños en vacaciones.
El campus partirá con una oferta de 105 plazas, que es la que ofrece la residencia de Mieres. Habrá habitaciones individuales para los pequeños y unos “miniapartamentos” para los monitores que contrate el propio colegio. Fernández-Costales busca ahora lograr también la colaboración activa de la Universidad de Oviedo y del Principado. “Creo que el proyecto es lo suficientemente importante, por el turismo. La industria de la formación es muy potente en otros países europeos”, razona la empresaria, que pone ejemplos: “En China, es normal que los padres, cuando vienen a dejar a sus niños, se queden por aquí un mes. Y en Estados Unidos lo normal es que el año previo a la universidad se tome como una especia de año sabático para estudiar otras cosas o viajar, y sería ese año en el que un colegio como este podría resultarles interesante”.
Los contactos que Fernández-Costales se ha ido ganando a través de Bepic ha permitido que la empresaria ya tenga también un listado amplio de socios por todo el mundo que actuarán estos meses como delegados en la captación de clientes. El catálogo de países confirmados es amplio y sigue creciendo. Brasil, Angola, Burkina Faso, México, Canadá y Estados Unidos son algunos de los ya previstos. Si todo va bien, el Colegio Español de Asturias acabará siendo un colegio privado y residencial al uso, como los que han dado prestigio a países como Suiza, y que el perfil de su alumnado sea multilingüe para que “normalice” la diversidad cultural del mundo en el que vive. El primer campus veraniego comenzará el próximo año o, como tarde, si la pandemia se agrava, en las vacaciones del siguiente invierno. De ser así, se incluirá el esquí dentro del catálogo de opciones deportivas.
Las claves
- El campus. Será el primer campus internacional de la región e imita el estilo de las residencias o internados de Suiza y buena parte de la educación privada de los países nórdicos.
- Ventajas. A juicio de la impulsora, Asturias no ha explotado hasta ahora la educación privada. Cree que podrá atraer al turismo familiar.
