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La prórroga diluye el plan de barrios y deja en el aire obras por valor de 3,5 millones

La reforma de Tabacalera y el pabellón de Gijón oeste, las actuaciones más afectadas | Utilizar el remanente de 2020, la única solución viable

Obras en el edificio de Tabacalera Julián Rus

La prórroga presupuestaria con la que Gijón encara el ejercicio del próximo año deja un nuevo agujero financiero en la ciudad. El plan de barrios, proyecto bandera del actual equipo de gobierno de PSOE e IU, y presentado a bombo y platillo como una de las actuaciones más ambiciosas para su primer mandato, se verá seriamente afectado por la imposibilidad de sacar adelante unas cuentas adaptadas al próximo curso. La prórroga deja en el aire varias obras proyectadas por valor de más de 3,5 millones de euros. Actuaciones que se repartían por todos los distritos y que engloban desde trabajos de calado, como la reforma del edificio de Tabacalera o la construcción de un pabellón deportivo en la zona oeste, hasta labores concretas en viales o incluso en centros municipales. Estas obras se verán ahora retrasadas en el tiempo o, en el peor de los casos, terminarán por no poder llevarse a cabo, lo que se suma a una ejecución del global del plan que, a falta de cifras concretas, se antoja muy baja debido, en gran parte, al azote de la pandemia. Todos estos contratiempos amenazan con dejar en papel mojado uno de los proyectos estrella del gobierno que lidera la socialista Ana González.

En total, son 3.548.128 los euros presupuestados para 2021 que ahora quedan en jaque. Esa cifra se obtiene de restar la reserva económica prevista para el próximo ejercicio en el plan de barrios de la cifra que realmente se va a poder utilizar. Es decir, la que se prorrogue del presupuesto anterior más las aportaciones que el Ayuntamiento haya recogido en sus inversiones previstas para este año. El caso más sintomático es el de la obra de remodelación del edificio de Tabacalera. En 2020 estaba previsto destinar una cuantía de un millón de euros, la misma que se podrá utilizar en 2021. A ello se suman las actuaciones que el gobierno municipal previó en sus cuentas para el próximo año, por valor de 420.000 euros. Una cifra que aun no llega a la mitad de los 3 millones que estaban previstos en el plan de barrios para 2021.

Más llamativo es, si cabe, lo relativo al pabellón deportivo de Gijón oeste. El pasado año apenas contó con 50.000 euros, pero la intención era que en 2021 se desembolsase un millón. Una partida de la que no existe ni rastro, por lo que el proyecto quedará en suspenso hasta nuevo aviso. Otra de las obras que más dinero pierde respecto a lo planteado en el documento del plan de barrios es la remodelación de la calle Río Eo. La previsión era gastar en 2021 algo más de un millón de euros, pero sumando la cuantía prorrogada de 2020 y la que el Ayuntamiento prevé gastar el año próximo, apenas se llega a los 500.000 euros, menos de la mitad de lo previsto.

La remodelación de la calle Río Eo y las actuaciones en el parque de Isabel la Católica, también afectadas

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Otras actuaciones que se quedan sin fondos en el presupuesto del año próximo, más allá de los fondos que se prorroguen, son las mejoras en el parque Isabel La Católica y en la plaza de la República, que pierden 150.000 euros; el arreglo de la calle María Bandujo, que supone casi 105.000 euros de bajada y los arreglos en el centro municipal de El Llano, con una reducción de 16.500 euros respecto a lo previsto.

Para poder acometer estas actuaciones, al Ayuntamiento le queda la opción de incorporar para este fin los fondos del remanente líquido de tesorería, cuya cuantía se prevé elevada toda vez que este ejercicio 2020 no se pudieron acometer todas las ejecuciones que se pretendía a causa de la pandemia. La mayoría del dinero sobrante tiene que ver con el capítulo 4, relativo a subvenciones, ya que muchas de ellas se vieron devueltas debido a que no se pudieron llevar a cabo los actos que se pretendía con ellas, como las fiestas de prao, sin ir más lejos. No obstante, el horizonte temporal para poder incluir esas partidas en el presupuesto no es sencillo. Primero se ha de acometer la liquidación del pasado ejercicio, cuya fecha tope es el 31 de marzo –aunque la intención municipal es poder adelantarlo– para saber sobre seguro con qué dinero se cuenta. Tras ello, se tendrá que valorar a qué se destinan esas partidas ahorradas del presente ejercicio.

Más lejana parece la opción de poder acometer estas obras con modificaciones presupuestarias, ya que eso obligaría a devengar fondos de otras partidas para destinarlo a estas actuaciones. Unas partidas que, a causa precisamente de la prórroga, ya son ajustadas. También está descartado el poder incluir estas actuaciones en las inversiones previstas con el crédito de 20 millones de euros que prevé solicitar el Ayuntamiento, y cuyo fin ya está designado.

Sea como fuere, el equipo de gobierno debe negociar estos cambios en el presupuesto de cara al próximo año, ya que es necesario que se aprueben en el Pleno municipal, tanto si es por medio de incorporación de remanentes líquidos de tesorería o si es gracias a modificaciones presupuestarias. Para ello, son fundamentales las reuniones que ya se están llevando a cabo desde la concejalía de Hacienda, en las que se está demostrando una vez más la buena sintonía entre el equipo de gobierno y el primer partido de la oposición: Ciudadanos.

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