Al igual que ocurrió ahora, lo hicieron rompiendo una de las puertas de la parte posterior del edificio, de la sacristía. No se llevaron nada más que la custodia en esta ocasión, lo que ha dado que pensar a los vecinos de la parroquia. Los hay que opinan que quien perpetró el robo buscaba en concreto esa pieza “muy antigua”. Otros consideran que entraron a por dinero y que al no encontrarlo se llevaron la única pieza que estaba dentro de un cajón envuelta en plástico de burbujas para protegerla, lo que pudo hacer suponer al asaltante que era el objeto de mayor valor.
La custodia sustraída se lleva usando de forma ininterrumpida desde los años 40 del siglo pasado en las procesiones del Corpus Christi en la parroquia de Granda, explican miembros del consejo parroquial. Su recuperación está ahora en manos de la Guardia Civil, a la que se ha puesto en conocimiento de los hechos, si bien aún no se ha formalizado la denuncia.