“La propia Divertia aseguraba que la Semana Mágica era la actividad más rentable del año por euro invertido”. Eso dijo ayer el mago José Armas, organizador del evento que el equipo de gobierno local ha decidido eliminar este año, según él, “bajo criterios subjetivos y partidistas”. El ilusionista no dudó en calificar las explicaciones que la gerente de Divertia, Lara Martínez, dio el domingo en una entrevista a LA NUEVA ESPAÑA de una larga “retahíla de mentiras”. “Cuando te dicen que te reducen el presupuesto en un cien por ciento no te están diciendo que tienes que redimensionar el espectáculo, te están diciendo que se lo cargan”, aseveró. “El Festival seguirá adelante, porque tengo ofertas de grandes capitales españolas e incluso extranjeras para albergar este evento”, remató.

“Pueden cargarse lo que quieran y hacer lo que consideren, pero los ciudadanos de Gijón no se merecen que les mientan, no se pueden falsear los datos”, indicó. José Armas tiró de papeles para mostrar que “la Fundación de Cultura nos aportaba 5.000 euros y Divertia 30.000”, con los que se organizaban tres semanas de actividades diarias, “con hasta tres y cuatro pases en horario de mañana, tarde y noche” y con varias galas en el Teatro Jovellanos que. “En ningún momento se nos ha cedido de forma gratuita”, afirmó ayer con las facturas del año pasado en la mano. “Pagamos 7.000 euros por la cesión del teatro en concepto de limpieza y gastos diarios”, indicó. “Es falso que el coste de organizar las galas en el Jovellanos fuera de 22.000 euros; la tasa de uso es de 3.000 euros al día y como mucho lo usábamos cuatro o cinco días”, dijo.

En la entrevista concedida a este periódico, Lara Martínez indicó que el Festival de Magia “recibía más dinero del retorno que generaba”. Además, indicó que el organizador se negó a hacer galas en el teatro Jovellanos tras una negociación. “Hicimos un estudio de coste y beneficio y llegamos a la conclusión de que el certamen debía ser reformulado”, destacó.

Armas insistió ayer en que el retorno del Festival de Magia para la ciudad “era enorme cualitativamente porque situaba a Gijón en el mapa internacional de los circuitos especializados”. “Se había estimado que la repercusión para la ciudad era de 217.000 euros: 27.000 por contratación directa a empresas de la ciudad y el resto por el gasto que el público hacía en Gijón”, remató. El mago lamentó que “Martínez cuestione cifras, pero no ofrezca ningún número alternativo”. “Cuestionar las cifras de público es surrealista, siempre se daban en un informe conjunto entre Divertia y nosotros”.

Armas insistió en que Divertia “nunca intentó negociar conmigo, es radicalmente falso”. “Sólo hubo una propuesta del Ayuntamiento y era la de reducir a cero la aportación municipal; no es viable organizar nada así”, denunció. “Los grandes magos que venían a Gijón lo hacían por un cuarto de su caché porque les daba prestigio internacional y les abría las puertas de otros festivales”, añadió. “Incluso muchos magos nos llamaban y se ofrecían a venir sin más, con grandes figuras que salen habitualmente en la televisión actuando en la calle. Eso es algo inaudito”, recalcó.

Asimismo, retó a la gerente de Divertia a “dimitir si no es capaz de tumbar lo que digo”. “Que se diga que se quiere reforzar las artes escénicas en la calle, cuando precisamente fue lo primero que a mí me quisieron eliminar”, indicó. “Es ridículo que se hable de un estudio de audiencias para llegar a otros públicos cuando nosotros llegábamos a niños pequeños, padres, abuelos, personas en riesgo de exclusión y hasta mujeres maltratadas, porque organizábamos espectáculos en todas partes”, subrayó. “No quieren decir la verdad porque hay algo muy oscuro detrás; no hay motivos objetivos para eliminar un festival que movía cada año a 23.000 personas”, aseveró. “Por lo que más lo siento es por los gijoneses”, concluyó.