La elegante y garbosa pluma de María Olvido Alonso García-Nava, Cuca Alonso “para todo Gijón y parte del extranjero” (que diría el célebre periodista ya fallecido Ladislao de Arriba), se agotó ayer tras una vida de “fuerza, coraje y gran capacidad de trabajo”, en palabras de Reyes Vega-Arango, una de sus nueve hijos. Fue escritora, cronista social y madre. “Una mujer adelantada a su tiempo” que, con su personal visión de las artes escénicas, de la danza a la tauromaquia pasando por la música, y de su capacidad para exprimir a sus entrevistados y de relatar detalles durante treinta años en sus artículos de LA NUEVA ESPAÑA, ha dejado “una huella imborrable” en la ciudad que la vio nacer y que ya la añora. “Tuvo empuje e iniciativa, fue mujer de inteligencia y de voluntad para saltar las barreras de la convención social, reinventarse y hacer lo que realmente le apasionaba en la vida”, destacó ayer la alcaldesa, Ana González.

“De criterio siempre independiente y ponderado; una de las mejores cronistas de Gijón”

Ramón M.ª Alvargonzález - Fundación Alvargonzález

“Se va una mujer de gran sabiduría, una mujer que lo daba todo; amiga de todo el mundo y muy cariñosa”

Vicente Cueva - Músico

“Nos ofrecía el lado más humano y amable de sus entrevistados, no hurgaba en las heridas”

Ignacio Alvargonzález - Junta de Cofradías

“Siempre tuvo palabras de aliento durante nuestra Feria de Begoña y la tauromaquia; lo siento en el alma”

Carlos Zúñiga hijo - Empresario de El Bibio

Es con esa última palabra, “apasionada”, con la que se definió la propia Cuca Alonso a sí misma en una entrevista publicada en este diario después de que “Exequias”, su último libro, viese la luz el año pasado. Fue gijonesa de cuna, nacida en la calle Uría, y estuvo vinculada a El Natahoyo, donde su padre, el industrial metalúrgico y expresidente del Sporting Joaquín Alonso, con calle en Gijón, compró una finca. En ese barrio ayudó a su madre, Olvido, a cuidar a sus otros trece hermanos. “Tuve una infancia feliz, sin sombras”, reconocía la propia Alonso, que destacó luego como buena estudiante y nunca conoció los prejuicios. Estuvo interna en el colegio de La Asunción, donde demostró ser una alumna “viva, comprometida y entusiasta”, en palabras de la antigua superiora Asunción Quirós. Aunque siempre tuvo la espina de no haber podido estudiar Arquitectura en Madrid, porque su padre, de comunión diaria, lo veía “un centro de perversión”. Hizo la carrera de la vida, y a la vista está que “cum laude”.

De pequeña ya devoraba libros, especialmente los cuentos de Elena Fortún sobre la intrépida “Celia”. Solo era tiempo lo que faltaba para que Cuca Alonso protagonizase esas mismas aventuras de niña traviesa como escritora y articulista. Eso sí, con la reposada cultura, experiencia y sensibilidad que le daban los años que nunca aparentó tener. ¿Cuántos años tenía? “Una mujer femenina, que lo soy, eso no lo dice”, respondió a uno de los curiosos que quiso conocer su edad.

“Fue una mujer polifacética. En la Biblia se habla de dónde están las mujeres fuertes, pues en Gijón sé que hay varias y una de ella era Cuca”, reflexionó el párroco de San Pedro, Javier Gómez Cuesta, cuyo funeral oficiará a partir de la una del mediodía de hoy. A Cuca Alonso, mujer de ideas claras, nunca le faltaron pretendientes desde sus primeros bailes en el Club de Regatas. O por sus pedaladas en la bicicleta que tanto utilizó para desplazarse con gracia y elegancia. Fue Manuel Vega-Arango quien terminó por conquistarla. “No me enamoré de él de repente. Fue un proceso largo”, matizó la escritora en su día.

“Fue una mujer que manejó la elegancia de la feminidad y la puso al servicio de las letras”

Antonio Corripio - Grupo Covadonga

“Fue una mujer valiente, adelantada a su tiempo y con la que era un placer mantener una conversación”

Dámaso Colunga - Comisario de Policía

“Cuca formaba ya parte destacada del paisaje humano de nuestra ciudad, siento su pérdida como colega y amigo”

Pedro de Silva - Expresidente del Principado

“Ha sido una mujer con empuje e iniciativa, de voluntad para saltar las barreras de la convención social”

Ana González - Alcaldesa de Gijón

De su matrimonio, en 1963, en la iglesia de San Lorenzo, nacieron nueve hijos: Manuel, Reyes, Inés, Lucía, Pablo, Felipe, Elena, Alfonso y Jesús. “Tuve nueve hijos por ser fiel a la doctrina de la Iglesia, pero odiaba los embarazos”, verbalizó en estas páginas. Pero no hay duda de que por todos ellos se desvivió siempre. Y fue abuela, no ejerciente, de 13 nietos. Ya separada, mantuvo siempre una gran relación con Vega-Arango. “Siento una pena muy grande. Fue una gran compañera y una madre excelente de la que solo tengo palabras buenas y recuerdos cariñosos. Me ha dado lo mejor de mi vida, que son nuestros nueve hijos, y fuimos muy felices el tiempo que estuvimos juntos”, reconocía ayer el expresidente del Sporting, muy afectado, a este periódico.

La separación tras 27 años de matrimonio llevó a Alonso por otros derroteros, gracias en buena medida a su “gran capacidad de adaptación” a cualquier situación. Por lo pronto, de Somió, a cuya parroquia estuvo muy vinculada (ayudó a crear la revista parroquial), pasó a vivir en Gijón. También tomó las riendas de la boutique de señora Pochola, en la calle La Merced, que en su día abrió su hermana. Tuvo otra más en Oviedo, en la calle Ventura Rodríguez. Su gran pasión, no obstante, fue la crónica social y la literatura, a la que se entregó. De ella queda “la elegancia personal de hacer las cosas, en un campo difícil y competitivo, sin perder las formas, el sentido del respeto y la lealtad”, resume el expresidente regional, “y colega de Cuca”, Pedro de Silva.