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El negocio de un gijonés que vende medusas como mascota o adorno doméstico

Héctor Morán pone en marcha un proyecto pionero de cría y venta de estos animales acuáticos, “grandes desconocidos y muy interesantes”

Héctor Morán, con uno de sus acuarios. Marcos León

Un cachorrito de perro, una tortuga, peces de colores y hasta serpientes. ¿Y por qué no una medusa? Tener uno de estos animales acuáticos como mascota podrá ser posible dentro de unos meses gracias a la iniciativa del emprendedor gijonés Héctor Morán, oceanógrafo y trabajador del Acuario de la ciudad, que ha hecho de su pasión por los animales acuáticos su profesión y el objeto de un proyecto financiado por el Ayuntamiento e Impulsa Empresas.

“La acuariofilia ha sido mi pasión desde que tengo uso de razón, empecé con ello como hobby hace más de 15 años y ahora he pensado que podía dar un paso más”, explica, mientras acondiciona un bajo en la ciudad en el que instalará tanques para la cría y venta “fundamentalmente online” de medusas. Unos animales que “son muy desconocidos y que resultan muy interesantes”, afirma, tanto para tenerlos en un acuario como por sus múltiples usos y propiedades para diferentes disciplinas. En países como Estados Unidos o China, de hecho, existe un importante mercado que en España está empezando a ponerse en marcha.

Una “Phyllorhiza”.

Las medusas son apreciadas tanto como animal de “compañía” como para “tenerlas en un acuario ornamental, para investigarlas o como simple afición”, así como por un buen abanico de usos que se les pueden dar en un cultivo intensivo. “Tienen mucho colágeno, que se puede utilizar para la elaboración de cosméticos. Ahora mismo para las cremas faciales se usa el colágeno porcino, pero es de mejor calidad el de las medusas”, explica Morán. También son apreciados ciertos tipos de medusa en la industria agroalimentaria y en la farmacéutica: “El veneno y las toxinas que expulsan se utilizan para la elaboración de antiinflamatorios y antitérmicos”.

Con todas estas posibilidades, en otros países se pueden conseguir medusas por 35 dólares, pero la intención del gijonés es la de poder ofrecer ejemplares a la venta por 15 euros, de manera que esta afición se extienda y el público general pueda acceder a ella. Además de la medusa, explica, es necesario comprar un acuario circular especial para animales pelágicos, los que viven en aguas medias o cerca de la superficie, en mar abierto, “para que no se golpee contra las paredes”, así como un preparado de zooplancton para su alimentación que “puede cultivar el cliente”.

Una “Cassiopeia”.

Entre los tipos de medusa que Morán promociona en su página web, “jellyfarmer.com”, figuran la a “Phyllorhiza Punctata” o medusa azul de puntos blancos, “una verdadera joya viva de color azul intenso y cuyo veneno raramente afecta a las personas”, muy llamativa por sus colores; la “Cassiopeia” o medusa invertida, “capaz de hacer la fotosíntesis y extremadamente sencilla de mantener”; o la “Aurelia Aurita” o Medusa Luna. Esta última es la medusa más común, “expuesta en la mayor parte de los acuarios del mundo debido a que su mantenimiento es relativamente sencillo”. “Es una especie cosmopolita y pelágica que se encuentra tanto en alta mar como cerca de la costa, solitaria o en grupo”, explica.

Una de las intenciones del proyecto es, por lo tanto, divulgativa, de conocimientos generales para “que la gente conozca mejor a estos animales porque son muy interesantes”. Especialmente porque el gran público suele asociarlos a picaduras o a la prohibición de baños en la playa en verano. Con la peculiar “granja” de Morán no puede ser más sencillo adquirir una medusa. Sólo falta animarse a criar un animal de compañía que no dejará a nadie indiferente.

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