La multitudinaria visita al belén del colegio de la Inmaculada, que cada año se hacía al concluir la misa en honor de su patrona, no pudo ser este año por la pandemia. En su lugar, se proyectó en el templo un vídeo con la bendición previa del nacimiento, justo después de que el párroco de San Lorenzo, Jorge Cabal, concluyera la eucaristía con otra bendición, la que dio a los asistentes e hizo extensiva a los integrantes de la comunidad educativa “que están en sus casas”. “Especialmente a las familias que están pasando por especiales circunstancias, problemas, agitaciones y nerviosismo ante la situación que estamos viviendo”, indicó.
Sin llegar a nombrar la palabra coronavirus, esa fue una de las pocas alusiones a la pandemia en “tiempos nada fáciles para la tarea educativa”, en una misa que concelebró junto a los padres jesuitas Alfredo Flórez Cienfuegos-Jovellanos, director del colegio, y Pedro García Vera, por el superior en Asturias de la Compañía de Jesús. El párroco también llamó a vivir la fe con actos, no “una fe de sillón, acomodada, de pedir las cosas por Amazon para no salir a la tienda”.
El belén monumental, de quince metros de largo por tres de fondo, se puede visitar a partir de hoy en el garaje del colegio, un espacio que facilita los protocolos de seguridad ante la pandemia, explica Eusebio de la Vega, profesor que coordinó el montaje del Belén por padres y madres de alumnos.
El nuevo emplazamiento permite establecer un circuito de entrada y salida y al mismo se accederá por el amplio portón de la calle Campo Sagrado, y las visitas se realizarán manteniendo un aforo limitado, en horario de doce y media del mediodía a dos de la tarde y de cinco a ocho y media de la tarde hasta el próximo 8 de enero (salvo los días 2 al 6 de enero en los que se mantiene el horario de mañana, pero el de tarde se reduce de seis a ocho).
Como cada año, el Belén comenzó a montarse a finales de septiembre, conservando las mismas figuras, pero elaborando construcciones nuevas y reciclando otras antiguas, que hacen que cada Navidad ofrezca una visión distinta. “Este año con la incertidumbre del momento y con los protocolos de seguridad debidos, pero con más ilusión, si cabe, que en años anteriores, por el nuevo proyecto, y porque creemos que es más necesario que nunca el mensaje de paz y esperanza que trae consigo el nacimiento del niño Jesús, que se representa en el Belén”, apunta De la Vega.
