Tras una vida dedicada al mundo del arte, quince años al frente de la Galería Gema Llamazares y presencia en algunas de las más prestigiosas exposiciones a nivel nacional e internacional, Gema Llamazares (Santander, 1955) se ha convertido por méritos propios en toda una referencia en Asturias y España. Por todo ello y por su carácter luchador, innovador y emprendedor, hoy será galardonada con el premio “Gijón Impulsa” en la categoría Mujer Empresaria, una distinción que, reconoce, le hace “mucha ilusión”.»

–Dice que le hace especial ilusión el premio. ¿Lo es más por el hecho de llevárselo en la categoría Mujer Empresaria?

–Sí. Más allá de que se reconozcan los 15 años de trayectoria que cumple este año la galería, creo que este galardón tiene un valor doble: por un lado porque reconoce nuestro sector y, especialmente, a las galerías de arte contemporáneo. Por otro, que haya sido como mujer, ya que somos las grandes olvidadas de la historia del arte: no estamos en museos ni en libros, pese a que, obviamente, las mujeres siempre hemos estado ahí.

–Cabe asociar el mundo artístico con un pensamiento más progresista, quizás alejado del machismo. ¿Es así?

–Hoy en día tampoco es un mundo igualitario. Si va a una gran exposición colectiva institucional verá que hay más obras de hombres que de mujeres. Ahí seguimos en un segundo plano. Es un tema que también tiene parte de cultural. El del coleccionista es un círculo cerrado tradicionalmente regido por hombres. Esto hace que los hijos de estos, aquellos que también han empezado a coleccionar, lo hayan hecho teniendo siempre presente esa referencia masculina. Hay mucho que trabajar en este sentido y nosotras lo intentamos. Estoy muy orgullosa de poder decir que en todos nuestros viajes llevamos obras de mujeres. Y hay que tener en cuenta que nuestro mercado es el único en el que si quieres ir a una feria debes presentar un buen proyecto. Esto demuestra que, por supuesto, hay muchas mujeres que dan sobradamente la talla.

–¿La industria y la empresa artística también es machista?

–Es un mundo en el que somos muchas galeristas, pero en el que a veces sigue habiendo algo de machismo. Prima la gente estupenda, pero aún hay alguno que te mira por encima del hombre por ser mujer.

–Este 2020 ha estado claramente marcado por la pandemia. ¿Dejará el coronavirus su impronta en la creación artística de los próximos años?

–La creación es algo muy sincero, que sale del momento que estás viviendo, por lo que no sería raro que sí tuviese su reflejo.

–¿Y a nivel empresarial?

–Lo veo mal. La crisis está dejando a personas muy lastradas y va a costar mucho levantarlo. No hablo sólo de galeristas o artistas. Están también los transportistas, los diseñadores, los de la imprenta... Por eso desde aquí quiero mandar todos mis ánimos y solidaridad a mis compañeros.

–Ha conseguido ser una referencia a nivel nacional desde Asturias, la periferia. ¿Es posible vivir del arte lejos de las grandes ciudades?

–Es muy difícil. Te supone un esfuerzo añadido. Tenemos unas herramientas maravillosas para lograrlo, pero sigue siendo muy difícil. Internet es una buena herramienta para comunicar, pero no puede sustituir del todo la venta. Esa pulsión y emoción de ver una obra en directo, hablar con el galerista, que el cliente trate de conseguir un mejor precio... todo ello con la obra entre medio es algo que hay que vivir.