El “talento emprendedor e innovador” que hace de Gijón una ciudad mejor y de futuro quedó sobradamente representado ayer con los galardonados en la decimosexta edición de los premios Gijón Impulsa durante la gala de entrega de distinciones. La labor de las seis firmas reconocidas –I4Life (mejor empresa de la Milla del Conocimiento), Red Door Lab (mejor empresa cultural y creativa), Neoalgae (mejor empresa economía azul), Be Energy Part (mejor empresa economía verde), Gema Llamazares (mujer empresaria) y Samoa Industrial (trayectoria empresarial)– es el mejor ejemplo para “convertir la innovación y la ciencia en columna vertebral, también en la Administración”, como describió la alcaldesa de Gijón, la socialista Ana González, durante la gala.

La innovación es el futuro y así lo cree también la exministra de Innovación en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y actual presidenta de COTEC Cristina Garmendia, que aseguró, a través de la pantalla, que “la Milla del Conocimiento es el símbolo de lo que necesita España en términos generales”. Y remarcó: “Los parques científicos y tecnológicos son elementos importantísimos, imprescindibles para poder volver a atraer a los jóvenes, porque sirven para fijar el talento local y atraer el internacional”.

En estos emplazamientos, incidió Cristina Garmendia, “el impacto es mayor cuando se dan elementos de colaboración” tanto entre las empresas como de forma público-privada o con la Universidad. Es lo que ocurre en Gijón, donde “se dan todos los elementos: capacidades conectadas y voluntad política de hacerlo más eficiente”.

Ejemplo claro y tangible de todo ello son las seis empresas y empresarios ayer premiados por sus distintas destrezas. Una de esas firmas es I4Life Innovación y Desarrollos, que surgió como una spinoff de la Universidad de Oviedo y que hoy desarrolla soluciones innovadoras y de alto contenido tecnológico destinadas a mejorar la calidad de vida de los pacientes crónicos. La clave de su éxito es, en palabras de su fundadora, Marián García, contar con un “equipo multidisciplinar, con un base de ingeniería y reforzado con personas de otros sectores como el marketing y las ventas”. Así, han creado por ejemplo el bastón inteligente Pauto, geolocalizado y que recoge los síntomas de los pacientes o un pulsoxímetro que están desarrollando para poder realizar el seguimiento médico a pacientes con coronavirus. García quiso dedicar el premio a la recientemente fallecida Ana Lázaro, directora de la Asociación Párkinson Jovellanos, ya que “mucho de lo que hicimos fue por ella”.

También contra la pandemia de coronavirus luchó Red Door Lab, un laboratorio de innovación social que apuesta por el desarrollo de un entorno de formación, innovación y creatividad en la educación que durante la pandemia fabricó pantallas o respiradores. Ahora están trabajando en el desarrollo de “scaperooms” para niños, de tal forma que sean los más pequeños quienes “cojan materias educativas y las utilicen para crear scaperooms”, en palabras de Fran Flórez, socio de la empresa creada hace siete años.

“Estos premios nos dan mucha fuerza para seguir creciendo y atrayendo talento”, aseguraron Fidel Delgado e Ignacio Albert, cofundadores de Neoalgae, una empresa biotecnológica que utiliza los beneficios de las microalgas para aplicaciones neutracéticas o para fertilizar el campo. “Las microalgas tienen muchísimo que aportar y queremos seguir creciendo, pero aquí en Gijón y de forma sostenible”, remarcan sus fundadores.

Por otro lado, una revolucionaria fórmula a través de un modelo de suscripción que permite el autoconsumo fotovoltaico residencial le sirvió a Be Energy Part para alzarse con su galardón. “La energía debe ser accesible para todas las personas, no puede ser que una familia por una cuestión económica no pueda acceder a placas solares”, remarca Edgar Imaz, socio de la empresa, que asegura que con su fórmula “ahorras desde el minuto uno sin tener que invertir y solo pagas según tu factura de energía y el número de placas que tienes”.

“Por vocación”

En la gala, además, fue protagonista Gema Llamazares, “galerista por vocación” y una mujer empresaria que “no concebiría” su vida “sin estar ligada al arte”. “Apostamos por la mujer desde el principio”, enfatiza la galerista. “Somos una empresa familiar que vivimos por y para el arte”, remarca Llamazares, que asegura que “hay que democratizar el arte, es para todos, está a nivel de cualquier bolsillo”.

Con seis décadas de historia, la empresa Samoa Industrial se alzó con el premio a la trayectoria. “Estamos presentes en más de 100 países y Estados Unidos supone el 30% de nuestra facturación”, aseguró su director general, Ramón Noblejas, que remarca que “dedicamos cada año el 2% de la facturación a innovación y desarrollo”.

La gala, aunque sin público por la pandemia, sirvió para que estos seis ejemplos de innovación recibiesen su merecido aplauso en forma de premio. Y todavía tienen mucho que contar.