Tres días y ocho asaltos. Ese es el balance delictivo de un gijonés de 37 años que actuó esta pasada semana en locales comerciales de la zona Oeste y que la Policía Nacional, que incrementa cada noche su presencia en los barrios de La Calzada y El Natahoyo, pudo detener tras la su último asalto, en un bar de la calle Ecuador que violentó utilizando una tapa de alcantarilla. De hecho, fue por ese “modus operandi” por el que los investigadores le relacionan con otros siete episodios similares ocurridos en los últimos días. Pese a todo, ayer volvió a quedar en libertad con cargos tras pasar por el juzgado de guardia, donde se acogió a su derecho a no declarar.

La investigación policial se inició con el primer robo con violencia denunciado por el dueño de un establecimiento próximo a la avenida de Galicia, ocurrido en la madrugada del domingo. Habían lanzado una tapa de alcantarilla para entrar al local. Acciones casi idénticas se fueron repitiendo en negocios de las calles Ceriñola, Dos de mayo, Pachín de Melás y Ecuador, entre otras. Todas en un radio de apenas 500 metros. Fue tras el caso de la calle Ecuador, su último robo por el momento, que lograron detenerle. Se trata de un vecino de la zona Oeste de 37 años que acumula 38 detenciones por robos.

Cuatro bares, tres comercios y un obrador

Tras cometer estos últimos actos ilícitos, para los que utilizaba una tapa de alcantarilla, buscaba o bien los botes de propinas de los camareros o bien las cajas de las monedas de las máquinas tragaperras. Según pudo constatar la Policía actuó en cuatro bares, tres comercios y un obrador. En alguno de sus intentos hasta se cortó con los cristales. Luego, al ser vecino de la zona, se escondía en los portales o le daba tiempo a llegar a su casa con el botín esquivando así a los coches de la Policía que por la zona patrullan cada noche. Se trata de un problema bastante habitual en lo relativo a la delincuencia en la zona.

Una vez detenido por el caso de la calle Ecuador se trató de cotejar los casos pendientes a través de otras pruebas, lo que permitió atribuirle en total ocho robos con violencia. Pese a todo, y a sus antecedentes, volvió a quedar en libertad con cargos.