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Los coches clásicos meten la directa contra la ordenanza de movilidad

Cerca de 500 vehículos antiguos colapsan el tráfico de Gijón contra la nueva norma municipal: “Nos espera el desguace”

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Los conductores de vehículos clásicos "rugen" en Gijón contra la ordenanza de movilidad Ángel González

Más que un coche clásico, que también, lo que ayer conducían Álvaro Villanueva y Miguel Rioseco era una metáfora aposentada sobre 75 caballos de potencia. Los dos jóvenes iban a la cabeza de la multitudinaria marcha en contra de la ordenanza municipal de movilidad al volante de un Seat 1.500 gris, que hasta 1991 era propiedad de Funerarias Asturias y se usaba para trasladar difuntos en el oriente asturiano. “Si la ley entra en vigor, esto es lo que les espera a los coches clásicos: la muerte, el desguace”, advirtieron los dos manifestantes.

Villanueva y Rioseco fueron solo dos más de las centenares de personas que ayer, con casi 500 vehículos antiguos en circulación, coparon el asfalto de la ciudad. Todos ellos acudieron a la llamada de la Plataforma contra la Ordenanza Municipal de Movilidad. Este colectivo entregó 23.495 firmas en sede municipal para revocar la normativa en marzo, justo antes del confinamiento. La nueva regulación impedirá aparcar en zona azul a los vehículos que no puedan acceder a los distintos ambientales de la DGT (las famosas pegatinas de colores) a partir de 2022. Para 2026 tampoco podrán circular por el centro de Gijón. Una decisión a la que no le faltan detractores.

La manifestación de ayer partió del aparcamiento de la Escuela de Marina y regresó a su lugar de origen sobre las dos del mediodía, previo paso por la avenida Constitución. Los participantes colapsaron el tráfico y atronaron a la ciudad con sus bocinas, las explosiones de sus tubos de escape y el ronroneo de sus motores. Especialmente en el entorno del Humedal, donde se detuvieron varios minutos. “Esto es resultado de las políticas de Ana González y Aurelio Martín, que lejos de dialogar crean problemas donde nos los hay”, apuntaron los concejales de Foro, Jesús Martínez Salvador y Pelayo Barcia.

La concentración fue una exhibición de verdaderas joyas, como un escarabajo de 1974 negro y descapotable. Este vehículo lo conducía Juan Gomila, acompañado de su mujer, Mandy Quintana, y de su hija, Nuria Camila. “La contaminación de estos coches no es el problema, porque son para usarlos de vez en cuando”, razonó el conductor.

El recorrido hizo un alto en el camino en la plaza del Humedal. Álvaro Villanueva y Miguel Rioseco, los del coche fúnebre, se bajaron en ese punto al asfalto. Su vehículo es una reliquia. Solo hay 184 unidades en toda España con esa carrocería. Lo tienen desde hace 18 años, aunque el carro tiene casi medio siglo de vida. “Y está como el primer día”, afirmaron. La longevidad de los clásicos fue un aspecto defendido por su propietarios. Jesús González iba ayer a lomos de una Vespa del 68. Tiene 55 años, otra Vespa de 2004 y una Lambretta del 75 en su garaje. Suele usar sus motos clásicas para salir a tomar el vermú por la zona de Luanco, en Gozón, con su mujer. “Tanto que se habla de reciclar, el mantenimiento de estos vehículos es muy sencillo”, puntualizó. Subidos en una Lambretta DLI 150 con la escarapela mod, Álex Pérez y Laura Elías hicieron por su parte una comparación curiosa. “Lo mismo que se cuida un cuadro del Renacimiento hay que cuidar los vehículos clásicos. Para nosotros, este es nuestro Renacimiento”, zanjaron pocos segundos antes de embragar para reanudar la marcha de los vehículos clásicos, a los que en Gijón aún les quedan muchos kilómetros por rodar.

Concentración de coches en Gijón contra la ordenanza de movilidad

Concentración de coches en Gijón contra la ordenanza de movilidad Ángel González

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