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"Era alegre y generaba buen ambiente", afirman los amigos del ciclista gijonés que murió tras sufrir un atropello en Muñó

Bernardo Fernández, jubilado de la mina y vecino del barrio de Pumarín, llevaba ingresado una semana en el hospital

Bernardo Fernández Quintana, Tito, en el parque nacional del Stelvio, en Italia.

La comunidad ciclista de la región está de luto por el fallecimiento a los 56 años de Bernardo Fernández Quintana, conocido cariñosamente como Tito, que no pudo superar las graves heridas sufridas el pasado lunes cuando un coche le arrolló cerca de la localidad de Muñó, en el concejo de Siero, en el punto kilométrico 12,3 de la Carretera Carbonera (AS-376), que une Gijón y Langreo, cuando disfrutaba de una ruta en bicicleta –una de sus grandes pasiones– hacia El Berrón. “Fue una persona que caló en todos nosotros. Siempre ayudaba y se ofrecía a todo, generaba buen ambiente por su alegría y el juego que daba. Personas como él hay pocas”, aseguró su amigo y compañero de rutas ciclistas Daniel Álvarez en conversación con este periódico.

Tito Fernández, natural de Salas y afincado en el barrio de Pumarín de Gijón desde hacía varios años, estaba prejubilado de la mina y disfrutaba tanto del atletismo como del ciclismo en sus ratos libres. Fue socio del Santa Olaya y un asiduo a las carreras de larga distancia que se organizaban en la región hasta que una operación le dejó la bicicleta como única práctica deportiva. “Era una persona experimentada que llevaba toda la vida haciendo rutas”, destaca Daniel Álvarez, al frente de una empresa deportiva que organiza viajes por toda Europa para disfrutar del ciclismo. “El año pasado fuimos a Los Dolomitas, en Italia, y el anterior estuvimos por Los Pirineos. Este año íbamos a ir a Suiza pero se suspendió por la pandemia. Tito siempre venía con nosotros”, desveló su amigo, una de las últimas personas que le vio antes del fatal accidente.

El ciclista gijonés, casado con Susana García Tamargo y padre de un hijo, Pelayo Fernández García, había salido con su bicicleta con destino a Siero. Se encontró a media subida del Alto de la Madera con Daniel Álvarez, que ya bajaba. “Estuvimos hablando un rato como veinte minutos antes del atropello. No hay palabras”, apuntó. Poco después, pasadas ya las cinco de la tarde, un vehículo que conducía un hombre de avanzada edad, según los testigos de los hechos, se cruzó en su camino, arrollándole sin que pudiese esquivar el golpe. El atropello le provocó fracturas faciales, en la tibia, el peroné, la cadera y el radio, además de un traumatismo craneoencefálico. Rápidamente le trasladaron al Hospital de Cabueñes, y de ahí al HUCA, donde no se pudo recuperar de las graves heridas. El conductor del coche, por su parte, podría enfrentarse ahora a un delito de homicidio por imprudencia. La Guardia Civil es quien se encuentra al frente de la investigación para aportar su informe al juzgado explicando cómo y por qué se produjo este luctuoso incidente.

Bernardo Fernández.

Bernardo Fernández.

Celebración de la palabra en el tanatorio de Gijón-Cabueñes

Las muestras de cariño hacia Fernández Quintana, que permaneció en estado crítico durante varios días, comenzaron a sucederse tan pronto como se conoció la triste noticia de su fallecimiento. “Era una persona muy querida por todo el que le conoció”, confesó Daniel Álvarez. Otras agrupaciones ciclistas, como Asturmaster, también se sumaron a las condolencias a través de las redes sociales.

Los restos mortales de Tito Fernández Quintana, que serán incinerados, reposan ya en la sala 11 del tanatorio de Gijón-Cabueñes, en cuya capilla está prevista la celebración de la palabra a las seis de la tarde de hoy lunes.

Bernardo Fernández, segundo por la izquierda, junto a varios compañeros de ruta.

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