La dirección y los sindicatos de la terminal de minerales de El Musel, Ebhisa, iniciarán este mes la negociación del nuevo sistema de trabajo que sustituirá el actual (el 3T5) que permite que la terminal esté operativa las 24 horas del día durante todo el año. El cambio llevará aparejada con probabilidad una reducción salarial, al afectar a varios de los pluses que cobran los trabajadores. Se trata de la segunda fase en las negociaciones para aquilatar costes laborales en la terminal ante la pérdida de tráficos por el cierre de centrales térmicas y la crisis de ArcelorMittal. Ayer comenzó a aplicarse el acuerdo alcanzado por las partes la semana parada para el despido colectivo de 15 empleados y congelar los salarios durante dos años a los 119 restantes.

El marco del reajuste laboral en Ebhisa es lograr que la empresa sea viable tras la pérdida estructural de tráficos que ha supuesto el cierre de las centrales térmicas de carbón en Asturias y provincias limítrofes, contemplando un escenario en el que aunque Arcelor no esté al cien por ciento, tenga un suficiente nivel de producción en Asturias para que Ebhisa descargue al año 7,5 millones de toneladas. Ese es el nuevo punto de equilibrio al que se aspira, mientras que sin medidas de reducción de costes ese tonelaje supondría del orden de los 5 millones de euros de pérdidas anuales. El nuevo punto de equilibrio para garantizar a largo plazo la viabilidad de la empresa está muy lejos del récord de 17,5 millones de toneladas en un sólo año que llegó a alcanzar en sus buenos tiempos. También está por debajo de los 9 millones anuales que aporta por sí sólo Arcelor cuando los dos hornos altos trabajan a plena capacidad.

En noviembre Ebhisa había planteado un ERE para 36 trabajadores, la amortización de 8 puestos cubiertos por trabajadores en jubilación parcial y una reducción salarial del 18% para el resto de la plantilla entre uno y dos años. Al final empresa y sindicatos sellaron un acuerdo que supone que sólo se irán para sus casas 15 trabajadores con una indemnización de una anualidad. De ellos, 14 ya han rebasado la edad de jubilación y el decimoquinto solicitó voluntariamente su inclusión en el ERE. Los despidos se harán escalonadamente entre enero y febrero. Además, a los trabajadores que permanecen en plantilla no se les incrementará el salario ni en 2020 –reclamaban un 2%– ni en 2021. El acuerdo también supone que el ERTE que tiene vigente desde hace meses la empresa se prorroga un año, hasta el 31 de diciembre de 2022.

La segunda parte de la negociación es la que ahora va a comenzar y es en la que previsiblemente se tocarán los sueldos del personal que se mantiene en plantilla. Se mantendrán previsiblemente las mismas horas anuales de jornada laboral para los trabajadores, pero flexibilizando la jornada. En la práctica esto previsiblemente supondrá que la terminal no estará operativa las 24 horas del día los 365 días del año, sino que se trabajará cuando haya barcos.

Por otro lado, la sección sindical de CSI ha convocado una huelga de cuatro horas en Ebhisa, entre las doce del mediodía y las cuatro de la tarde, en protesta contra la no integración como fijos de plantilla de 5 trabajadores de contrato relevo y otros 2 que cubren excedencias y que perderán sus empleos de aquí a junio. El primero de ellos, hoy mismo. La huelga ha sido rechazada por el comité de empresa, integrado por representantes de UGT tras la dimisión hace meses de los de CSI.